Por el estadio Cuauhtémoc pasó el Veracruz y el propietario Fidel Kuri también, a pesar de que está castigado un año y con el impedimento de aparecerse en los diferentes inmuebles de la liga.
Vio desde uno de los palcos, como su equipo inició perdiendo con un gol tempranero de Christian Bérmudez pero después, empató el juego el Veracruz con anotación de Julio Furch.
Seguro Kuri, efusivo como es, se encendió al ver un doble penal en una misma jugada que no le marcaron a su equipo. Agarrón de Patricio Araujo a Furch como si fuera lucha libre y jalón de Flavio Santos a Gabriel Peñalba que el árbitro en su miopía, decidió no marcar.
El Puebla, un equipo ordenado y pulcro, que hace maravillas con poco material, navegaba por aguas diáfanas en el encuentro con el gol a su favor pero de pronto, en el segundo tiempo, vino el corto circuito. Los jugadores de La Franja renunciaron al balón, un objeto extraño para ellos y que decidieron dejar en posesión de los Tiburones Rojos.
Ante tal ofrecimiento, el Veracruz se fue al ataque en diversas ocasiones aunque a la brava, sumidos en la desesperación de ser el único equipo con la mitad del torneo jugado, sin poder ganar.
El empate de cualquier forma, les pareció un buen trato.