El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y su colega chino Xi Jinping hablaron este viernes vía telefónica sobre el lanzamiento de un supuesto cohete especial por parte de Corea del Norte, el cual se sospecha sería una prueba de un misil balístico.
La Casa Blanca señaló que tanto Obama como Xi ratificaron su compromiso a favor de la desnuclearización de la península coreana “y concordaron que no aceptarán a Corea del Norte como un Estado con armas nucleares”.
En días anteriores, Corea del Norte notificó a la Organización Marítima Internacional y a la Unión Internacional de Telecomunicaciones que planea lanzar un cohete para poner en órbita un satélite de observación terrestre, entre el 8 y el 25 de febrero.
Tras el anuncio, Corea del Sur pidió a Pyongyang cancelar el lanzamiento, por considerar que es en realidad un ensayo encubierto de un misil de largo alcance y advirtió que el régimen de Kim Jong-un pagará un “elevado precio” si lo lleva a cabo.
El miércoles pasado, Japón amenazó con derribar el cohete espacial norcoreano en caso de que éste resulte ser una amenaza para el país, a la vez que Rusia y China hicieron eco de la demanda surcoreana y pidieron a Pyongyang cancelar el lanzamiento.
El Primer Ministro japonés, Shinzo Abe dijo que si Corea del Norte se obstina en efectuar este lanzamiento, ello sería una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y representaría una provocación.
La Casa Blanca emitió un comunicado en donde establece que “los líderes enfatizaron la importancia de una respuesta internacional fuerte y unida a las provocaciones de Corea del Norte”, incluyendo una nueva resolución por parte del Consejo de Seguridad.