Durante la develación de la placa por la que se da el nombre de la periodista Regina Martínez a la sala de prensa en el Congreso local, el director de la revista Proceso, Rafael Rodríguez Castañeda, reiteró que no creen en la versión del gobierno estatal sobre la muerte de la periodista.
En voz de Noé Zavaleta, corresponsal de Proceso en Veracruz, agradeció la deferencia con dar el nombre de su colaboradora al espacio público, pero reiteró que van 45 meses del crimen y de impunidad, “no les creemos”
Dijo que a raíz de la muerte de la comunicadora se marcó un hito del antes y el después de la relación del gobierno o el poder políticos con los medios de comunicación.
Explicó que el asesinato de Regina Martínez hirió a proceso y a los comunicadores de Veracruz, el país entero y a nivel internacional, “desde entonces están y estarán marcadas por las amenazas latentes, la desconfianza, por la violencia y por la agresión”.
El comunicador resalto que a pesar del escenario de violencia que persiste en Veracruz aún se mantiene el periodismo de investigación.
“Agradecemos la valiosa iniciativa de bautizar a la sala de prensa del Congreso del Estado con el nombre de nuestra querida Regina Martínez, debo decir que honra a la LXIII legislatura haber aceptado la propuesta de algunos de la fuente y rendir así un homenaje a la periodistas asesinada”.
Afirmó que Proceso sigue clamando por una justicia que a casi cuatro años de su muerte sigue sin llegar, “reiteramos nuestro rechazo a las investigaciones y a los resultados que dicen haber obtenido las autoridades de Veracruz y una vez más les decimos: No les creemos”.
Por su parte el presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Nicolás Callejas Arroyo, recordó que el trabajo que realizó Regina Martínez siempre profesional en su labor como comunicadora.
“Tuve el privilegio de ser entrevistados por ella y tenía que estar atento a sus acuciosas preguntas, siempre además preguntando de frente con la claridad y limpieza, poniendo su pluma y su talento al servicio de la verdad y causas sociales, a veces controvertidas, pero atendiendo a los valores de respeto, la verdad y la pluralidad”.
Recordó que el dar el nombre fue una inquietud de los reporteros de la fuente que tenían la inquietud de reconocer su trabajo.
“Y no dejar pasar ningún día sin recordar su espíritu combativo y olfato de periodistas, por eso recibimos con agrado que lleve su nombre esta sala de prensa”.