Este domingo, el Parlamento egipcio se reúne en más de tres años de no hacerlo, con una cámara de 596 escaños llena de partidarios del presidente, Abdul Fatá el Sisi.
La asamblea, elegida en noviembre y diciembre, es también la primera cámara electa desde que El-Sisi, como jefe del ejército, lideró el golpe de Estado para derrocar al presidente Mohammed Morsi en 2013 tras protestas masivas contra el líder islamista y su Hermandad Musulmana.
El Parlamento anterior estaba dominado por islamistas y fue disuelta por una orden judicial en 2012.
La primera tarea de la nueva legislatura será ratificar los 300 decretos presidenciales emitidos por El-Sisi desde que asumió el poder en junio de 2014, y por el presidente interino Adly Mansour antes que él. Según la Constitución, estos decretos deben ratificarse en 15 días desde la sesión inaugural. De lo contrario, quedarán derogados.
Decretos
Entre esos decretos hay una ley que restringe severamente las manifestaciones en la calle y una ley antiterrorista que limita la libertad de prensa y concede amplios poderes a la policía.
La sesión del domingo es principalmente de protocolo, en la que los legisladores juran el cargo uno a uno. También se esperaba que la cámara eligiera a un presidente y dos vicepresidentes. En un gesto de patriotismo, algunos de los parlamentarios sostuvieron banderas egipcias al jurar el cargo.