Dinamarca y Suecia reforzaron sus fronteras este lunes como parte de sus esfuerzos para frenar el flujo de migrantes que llegan a Escandinavia desde Alemania.
Apenas unas horas después de que entraron en vigencia las reglas suecas que requieren que los pasajeros de trenes que viajan desde Dinamarca muestren una identificación, el gobierno danés anunció que reforzó los controles fronterizos con Alemania a partir del mediodía del lunes.
"Estamos introduciendo controles temporales de frontera, pero de forma equilibrada", dijo el primer ministro danés, Lars Loekke Rasmussen, en declaraciones a periodistas en Copenhague, en donde recalcó que daneses y alemanes "comunes" no tendrían problemas para cruzar la frontera.
Las decisiones se sumaron a otras medidas tomadas por países de la Unión Europea para suspender un acuerdo para mantener abiertas las fronteras internas, después de que un millón de migrantes entraran en el territorio de la UE en 2015, la mayoría de ellos luego de cruzar el Mediterráneo hacia Grecia o Italia.
"Si la Unión Europea no puede proteger sus fronteras externas, verán cada vez a más países obligados a introducir controles temporales de frontera", agregó Loekke Rasmussen.
Explicó que la medida danesa respondía a los nuevos controles de identificación introducidos por Suecia para todos los pasajeros que viajaban en tren, transbordador o autobús.
Para cumplir con las nuevas normas suecas, los pasajeros debían mostrar un documento de identificación para subir a los trenes que salían del aeropuerto de Copenhague con destino a Suecia a través de una conexión por túnel y puente.
Las autoridades danesas han criticado la estrategia y sugerido que Suecia debería afrontar el costo de las comprobaciones de identidad.
El gobierno sueco decidió estrechar sus controles de frontera después de que 160.000 personas solicitaran asilo en el país el año pasado, el número más alto registrado en Europa salvo por Alemania. La mayoría proceden de Siria, Irak y Afganistán.