Tras una nueva jornada de protestas por la ejecución del clérigo chiita, Nimr Nimr, el ministro de asuntos exteriores de Arabia Saudita, Adel al Jubeir anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con la República Islámica de Irán.
El ministro dio un lapso de 48 horas para que todo el personal diplomático de Teherán, abandonara el país y aseguro que los ministros connacionales habían sido llamados para que regresaran al país.
Al Jubeir afirmó que Riad no permitirá que Irán socave la seguridad nacional del reino saudí y apuntó que el país vecino es una “amenaza regional”.
La medida fue dada a conocer horas después de que un grupo de manifestantes sitiaran e invadieran la embajada saudí en Teherán como protesta por la muerte del activista y religioso Nimr Nimr. El asalto terminó con la detención de 40 manifestantes, informó el fiscal iraní Abas Yafari Dolatadabi.
La minoría chiita reprochó a Arabia Saudita la ejecución del clérigo y otros 46 reos. Se trata de una de las condenas más sanguinarias del reino saudí en décadas.
Horas después de que se diera a conocer la muerte del líder chiita el ayatolá y líder supremo de la República islámica, Alí Jameini declaró que Riad sufriría las consecuencias divinas del acto.
“La venganza divina caerá sobre los políticos saudíes”, aseveró.
La ejecución masiva puso al descubierto las fuertes diferencias en Medio Oriente, e ilustra la nueva beligerancia del reino bajo el rey Salman. Durante su reinado, Arabia Saudita ha encabezado una coalición que combate a rebeldes chiitas en Yemen y se ha opuesto a la potencia regional de Irán, en donde los chiitas constituyen una mayoría. El reino sunita de Riad acusó su vecino de apoyar el “terrorismo”; en tanto que Estados Unidos exhortó a las dos naciones a entablar un diálogo que ayude a rebajar las tensiones. Sin embargo el reino saudí no pronunció una respuesta positiva al respecto.
“No nos preocupa que la ruptura enfade a la Casa Blanca. Ya basta. Una y otra vez Teherán desprecia a Occidente siguen patrocinando el terrorismo y lanzando misiles balísticos y nadie hace nada al respecto”, argumentaron fuentes saudíes a diario español el país.
Nimr, de 50 años fue una figura central en las protestas inspiradas en la Primavera Árabe por parte de la minoría chiita de Arabia Saudí. continuó con su militancia política hasta su arresto en 2012. Dos años después fue condenado a la pena capital por cargos de terrorismo. Durante el juicio negó que apoyara la violencia.
Sin embargo mantenía una postura política en oposición a los gobiernos sunitas.
Aunque el rompimiento entre suníes y chiíes se remonta a los primeros tiempos del islamismo debido a desacuerdos sobre el sucesor del profeta Mahoma, las divisiones se han intensificado a lo largo de siglos al entretejerse con la política regional,sobre todo con Arabia Saudita, quien compite con Irán por ser la principal potencia de Medio Oriente.
El reino de Arabia es mayoritariamente sunita y el asesinato del líder religioso desató la furia de miles de chiitas que viven en los países aledaños como Pakistán y Afaganistán quienes además de las ejecuciones recriminan al reino petrolero la muerte por negligencia de 700 peregrinos en La Meca.
Las raíces del conflicto
Durante milenios dos fracciones al interior del islam han disputado el derecho a llevar el liderazgo de la vida religiosa, política y social de los musulmanes.
- Muerte de Mahoma en el siglo VII
- Chiitas : Apoyaron la sucesión de Alí, sobrino del profeta.
- Sunitas: Argumentaron que la población debía elegir al nuevo gobernante en función de sus virtudes.
- En el año 680 d.C Hussein sobrino de Alí fue decapitado.
- Los sunitas establecieron un califato y los chiitas mantuvieron una dinastía paralela.
- Los chiítas son una minoría dentro del islam.
Tras 37 años chiitas vuelven a tomar y sitiar un consulado
El 1 de noviembre de 1979, el clérigo chiita, ayatola Ruhollah Jomeini encabezo una revolución islamista argumentando que el Sha, Mohamed Reza, era un títere de los intereses de Estados Unidos. Tres días más tarde la embajada estadounidense fue sitiada por cerca de 500 estudiantes que seguían los ideales de la revolución; dos diplomáticos de EU fueron secuestrados durante un periodo de 444 días; otros seis lograron escapar. En 1980 con la muerte del Sha y la invasión de Irán por parte de Irak, Teherán se vio obligado a dar solución al conflicto.