22 de Noviembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Uso medicinal de la mariguana no provocará consumo: De la Fuente

La regulación del uso medicinal de los cannabinoides que proponen el Gobierno capitalino y el exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Juan Ramón de la Fuente contempla “mecanismos estrictos de vigilancia”, para que ese tipo de medicamento sea “accesible siempre y cuando un médico lo recete, se responsabilice de su supervisión”.

En entrevista, De la Fuente explica que el tema del uso medicinal se debe separar del debate para despenalizar el uso recreativo de la mariguana, porque “hay que decirlo también, la mariguana no es inocua, la mariguana es una droga y potencialmente tiene efectos también adversos y en algunos casos pueden ser efectos muy adversos”.

Sostiene que si bien el uso de medicamentos elaborados con cannabinoides no es la panacea, sí son efectivos en algunos pacientes que no responden a tratamientos convencionales.

¿Esto es un asunto humanitario que no puede esperar a un debate? Yo creo que hay que separar el tema de la cannabis para uso médico y el uso de mariguana con fines lúdicos o recreativos. Y de manera deliberada uso en el primer caso el nombre de cannabis y en el segundo el nombre de mariguana, porque la mariguana es una planta que tiene más de 400 sustancias que son químicamente activas o farmacológicamente activas; es decir, que tienen actividad química y/o farmacológica. Más de 400, de las cuales por lo menos 70 son del tipo de las que se conocen como cannabinoides, es decir, similares a la cannabis.

Entonces desde los términos es importante... Cuando hablamos de la cannabis para uso medicinal nos estamos refiriendo a sustancias que forman parte de este grupo del tipo de la cannabis que han sido procesadas por la industria farmacéutica y que tienen una presentación en forma de medicamento.

Estamos hablando de pastillas, de cápsulas, de gotas y de dosis específicas y éstas son las que se han investigado en el campo de la medicina, y que se ha demostrado que efectivamente tienen una indicación en algunas enfermedades, no en muchas.

¿Como cuáles? Hay que empezar por subrayar que no son medicamentos mágicos, no son la panacea que algunos han querido sobrevender. Esto tampoco es cierto, pero sí son medicamentos del tipo de la cannabis que son efectivos en enfermedades como la esclerosis múltiple, o algunos pacientes con VIH-sida, en caso de dolor severo, dolor neuropático, que se llama, o en algunos casos de convulsiones de tipo epiléptico que no responden a tratamientos convencionales, como fue el caso de esta niña Grace, que acaparó la atención recientemente.

¿Sería absurdo someter a debate su uso medicinal? Son enfermedades en las que estas sustancias del tipo de la cannabis en presentación de medicamento han mostrado ser útiles y la iniciativa es exclusivamente de este tipo de sustancias, por eso me parece que debe separarse este tema del uso de la mariguana como hierba con fines lúdicos o recreativos que, bueno, tiene otras implicaciones que no son implicaciones estrictamente terapéuticas o medicinales.

¿Cómo sería esta regulación? Con una pequeña modificación en la Ley General de Salud y que estos medicamentos pudieran estar accesibles en México bajo control médico, bajo prescripción médica en los casos en los que se requiera y que los pacientes que hoy lo requieren no tengan que acudir a un amparo, como fue el caso de los papás de la niña Grace, que tuvieron que ampararse para que les permitieran importar la medicina.

¿No se venderían sin receta? En México tenemos otros ejemplos de sustancias que pueden ser motivo de abuso o de mal uso, pero que en manos expertas y bajo control médico son muy efectivas, como pueden ser los opiáceos. Y la propuesta es: démosle a esta cannabis medicinal un tratamiento similar al que tienen estos otros estupefacientes, que pudiendo ser motivo de abuso, también son cuando están bien prescritos y bien controlados motivo de una gran efectividad terapéutica. Entonces la lógica de una discusión es diferente a la lógica de otra discusión de la de los derechos humanos y del uso lúdico o con fines recreativos y por eso es que pensamos que no hay que mezclarlas.

¿Está contemplado que en algún momento en los hospitales públicos se lleguen a prescribir y dar estos tipos de medicamentos y de tratamientos? Claro, públicos y privados. Aquí de lo que se trata es que estos medicamentos puedan, primero, estar legalmente accesibles en México, es decir, que la autoridad sanitaria, la Cofepris, autorice que se puedan prescribir y que se defina con precisión quién los puede prescribir y dónde se pueden suministrar. Queremos seguir para simplificar las cosas el modelo que existe para la prescripción de opiáceos. Para la prescripción de opiáceos, aquí en México, se requiere un recetario especial, el medico que los va a prescribir asume la responsabilidad frente a la Secretaría de Salud, ésta le da un recetario con un folio específico y el médico usa esas recetas para prescribir estos medicamentos.

¿En cualquier farmacia? No necesariamente se suministran en todas las farmacias, hay algunas farmacias, algunas de hospitales, otras privadas que tienen autorización para vender estos medicamentos, porque tienen mecanismos de control más estrictos.

Entonces lo que estamos proponiendo es que bajo mecanismos estrictos de vigilancia estos medicamentos sean accesibles siempre y cuando un médico lo recete, siempre y cuando un médico se responsabilice de su supervisión; de manera que no es algo tampoco que está planteado en términos de que cada quien pueda ir a comprárselos o tomárselos por su cuenta, van a ser sustancias controladas pero accesibles.

¿Y sólo cambiando dos artículos de la ley? Hoy en día la Ley de Salud es totalmente prohibitiva sobre el tema, es decir, no nos permite bajo ninguna circunstancia usarlos en México si no tiene una orden judicial que te ampare. Es un delito y eso es lo que nos parece que es bastante absurdo porque no quieres cometer ningún ilícito, quieres ayudarle a algún familiar, algún paciente a que mejore.

Entonces no hay razón para que esto caiga en el terreno de la criminalización y por eso es la iniciativa para reformar la Ley General de Salud. Se necesitan cambiar dos artículos, el Artículo 237 y el Artículo 245 y la redacción de la iniciativa de reforma que plantea el Jefe de Gobierno ya lleva una redacción propuesta para que esto pueda ser realidad en un futuro no muy distante.

Doctor, usted también es parte del Consejo Técnico del Congreso que revisa el tema de la despenalización ¿ve disposición en los grupos parlamentario para poder sacar esta iniciativa, digamos en febrero, que inicia el próximo periodo de sesiones? Yo sí veo disposición al debate y cuando me hizo favor de llamarme el presidente del Senado, Roberto Gil, de Acción Nacional, para invitarme a nombre del Senado a formar parte de este consejo técnico, lo primero que yo le pregunté fue si realmente había disposición para avanzar en el tema o si se trataba de darle un carpetazo y meterlo ahí a un proceso de desgaste con el tiempo.

Él me reiteró que había una disposición y de hecho la invitación que él me hacía me la hacía a nombre de todos los grupos parlamentarios, y por eso es que yo acepté, además con mucho gusto y muy honrado; ahora yo espero que vayamos en serio.

¿Ninguna resistencia? Esta iniciativa del uso medicinal de la cannabis pensamos que debe tomar un curso diferente, que el del debate que está abriendo el Congreso para el uso recreativo, porque si se mezclan las dos cosas creo que vamos a acabar simplemente enredándonos nosotros mismos, se va a atorar, por eso pensamos que no hay que mezclarlas.

Esta que tiene que ver con la cannabis medicinal es una iniciativa que hay que revisar y nosotros no hemos encontrado hasta ahora un solo argumento que la objete. Lo quiero decir con toda claridad, no hemos encontrado argumentos que la objeten en los términos en los que se la estoy comentando y que está enviada la iniciativa, entonces este tema nos parece que más que motivo de un gran debate público debe ser motivo de una revisión por parte de las comisiones correspondientes y si no hay objeción pues debe aprobarse y procederse.

¿Y el uso recreativo? El tema del uso recreativo, del uso lúdico de la hierba, de la mariguana, el tema que tiene que ver con los derechos humanos y que tiene que ver con el derecho de autodeterminación, que fue lo que de alguna manera puso sobre la mesa la sentencia del ministro Arturo Zaldívar recientemente en la Corte, ése sí debe ser motivo de una discusión mucho más amplia, mucho más detallada porque en este contexto, hay que decirlo también, la mariguana no es inocua, la mariguana es una droga y potencialmente tiene efectos también adversos y en algunos casos pueden ser efectos muy adversos.

¿Más o menos lo que dice el doctor Manuel Mondragón? He tenido oportunidad de platicar este tema con Manuel Mondragón, que debo decirle que es mi amigo, aunque en este tema no hemos encontrado una total coincidencia pero sí estamos de acuerdo en algunos puntos fundamentales.

Por ejemplo, yo no estaría de acuerdo en que se abriera la posibilidad de que su consumo fuera legal en menores de 18 años. No estaría yo de acuerdo porque hay evidencia científica que muestra que en un sistema nervioso que está todavía en proceso de maduración la hierba puede tener efectos dañinos serios.

Y ésa es la materia del debate... A mí lo que no me gusta del prohibicionismo, así como el prohibicionismo en el campo de la medicina es absurdo, porque lo único que logra es que no tengamos acceso a medicamentos que pueden ser muy útiles; el prohibicionismo en el terreno del uso recreativo no me gusta tampoco, porque criminaliza a los usuarios y yo creo que está mal fumar mariguana, pero hacerlo no es un delito.

De hecho, si lo haces muy frecuentemente y tienes dependencia, pues lo que eres es un enfermo, pero no un delincuente y tu lugar entonces debe ser en un centro de salud y no en una cárcel.

Entre otras consecuencias... El prohibicionismo en México nos ha llevado a que hoy en día tengamos el orden de 150 mil personas en los centros federales de rehabilitación social, en las cárceles de México, por el delito, entre comillas, de posesión de alguna droga. Posesión que no significa cultivo, que no significa tráfico, que no significa narcomenudeo y dos de cada tres de esos presos están ahí por posesión de mariguana.

Explica que la iniciativa es producto de tres años de trabajo intenso “con todo el rigor de la UNAM” y con un grupo multidisciplinario de investigadores (psicólogos, abogados, comunicadores, biólogos, médicos, químicos, botánicos, sociólogos) todos ellos acreditados, distinguidos.

Producto de ello se publicó recientemente el libro Mariguana y salud, editado por el Fondo de Cultura Económica y la Academia Nacional de Medicina, cuya primera edición se agotó antes de la presentación que el doctor De la Fuente encabezó en la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

“La idea era, sabiendo que venía una discusión sobre el tema, pensamos que era oportuno que hubiera en español un libro que pusiera al día los conocimientos y que permitiera contribuir a contestar muchas de las preguntas que un tema controvertido como éste naturalmente plantea. Y fue a partir de entonces de la publicación del libro que entablamos relación con el Gobierno de la ciudad, a través, primero de la Secretaría de Salud y luego directamente con el Jefe de Gobierno , quien estaba muy interesado en la parte, propiamente dicho, medicinal de la cannabis”, expone.