El ejercito kurdo se ha fortalecido con la presencia de las mujeres al frente del combate contra el grupo extremista del Estado Islámico. Su misión es lograr que las almas de los soldados yihidistas no vaya al cielo, sino al infierno.
Entre los soldados del proclamado Estado Islámico, se tiene la creencia de que al ser asesinados por una mujer, se encuentran condenados a que sus almas ardan en el infierno.
Hace unos tres años se conformó un bloque de mujeres que se integró a las Unidades de Protección Popular, es decir, el brazo armado del Comité Supremo Kurdo del Kurdistán sirio.
Aunque sus miradas son tiernas y llevan algo de color junto a sus uniformes camuflados, las mujeres kurdas que conforman el brazo armado, están dispuestas a acabar con cada yihidista que se cruce en su camino.
“Hacen falta más mujeres soldado para no dar ventaja al EI”, consideró una de las comandantes de apenas 21 años de edad, quien además añadió que su mayor oportunidad se encuentra en el miedo que sienten hacia ellas, ya que advierte que “cuando ven a las mujeres corren a la retaguardia”.
En cambio, las mujeres en poder del Estado Islámico, son esclavizadas y abusadas sexualmente, aún desde que son niñas.
Las tareas que desarrollan son principalmente como amas de casa, madres y esposas.