EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO
"Me dieron cita para la endoscopia, pero tengo que esperar meses para que se realice". ¿Te suena familiar? Durante la última década, la atención primaria y hospitalaria en México ha empeorado de acuerdo con la encuesta de Voces de la Salud Mx, que pone en evidencia el estancamiento del sector. Solo el 0.10% de los profesionales de la salud encuestados considera que funciona eficazmente. Analizando esta situación, Rodrigo Saval, experto en políticas públicas y fundador de Bespoke Consultores, explica que "el sistema de salud es insuficiente". México está en la posición más baja en términos de cobertura de salud de todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). "El promedio de vida bajó cuatro años", comenta Saval. Contamos con un sistema fragmentado, exacerbado por políticas deficientes e históricos esquemas de seguridad basados en la situación laboral y económica de las personas. La asignación insuficiente de recursos y la falta de servicios preventivos, han desembocado en largos tiempos de espera para recibir un diagnóstico y tratamiento, sobrecarga de trabajo para los profesionales de la salud, escasez de insumos médicos y un incremento en el gasto de bolsillo de la población. "Los mercados están supliendo la demanda para un servicio público que debe ser gratuito", afirma Rodrigo.
Desde su creación, en 2003, el Seguro Popular representó un intento por mitigar estas debilidades. Sin embargo, su sustitución por el fallido INSABI y, más recientemente, por el IMSS-Bienestar, muestra un sistema plagado de deudas, procesos ineficientes en la adquisición de medicamentos y condiciones laborales poco favorables para los profesionales de la salud. Resulta contradictorio al contrastarlo con la retórica actual de favorecer a los sectores más vulnerables, cuando en realidad la brecha en el acceso a la salud sigue creciendo. Debemos también abordar la disparidad de género en la salud. "Vivimos en un país donde hay más mujeres que hombres", destaca Saval, reflejando la realidad demográfica revelada por el Censo de Población y Vivienda de 2020, que registró más de 64 millones de mujeres en México. Esta cifra cobra relevancia en un estudio reciente del Foro Económico Mundial y del Instituto de Salud McKinsey que arroja luz sobre un aspecto a menudo ignorado: mejorar la salud de las mujeres no solo podría aumentar su esperanza y calidad de vida, sino que también tendría un impacto económico significativo. Se estima que, para 2040, podría impulsar la economía global en aproximadamente un millón de millones de dólares anualmente.
Saval propone, primero, asegurar que toda la población, sin excepción, cuente con servicios básicos como agua y luz. También opina que se deben aprovechar las tecnologías, como las herramientas de salud digital, inteligencia artificial y telemedicina, con posibilidad de contar con una receta electrónica. Asimismo, afianzar un expediente clínico electrónico universal que sea interoperable para robustecer la coordinación entre los servicios e instituciones. "Existe la tecnología correcta", explica. Además, es necesario tener un enfoque integral de la atención que involucre tanto la salud mental como la física. "La otra pandemia es la de la salud mental", afirma. También propone cambios en la educación médica y en la cultura de la salud, enfocándose en la atención primaria para reducir costos mediante la prevención. De la misma manera, para contar con una cobertura universal, deben existir los recursos adecuados, con posibles convenios público-privados. Por ejemplo, surtir recetas en farmacias privadas con subsidio. Paralelamente debe existir mayor inversión en la investigación de la salud que respondan a las necesidades de género y sexo. La remodelación de nuestro sistema de salud tardará décadas y requerirá más recursos públicos. ¿Queremos tener un sistema de salud como el de Dinamarca? Primero invirtamos como ellos. Dinamarca destina el 9.5% de su Producto Interno Bruto (PIB) a la salud, de acuerdo con la OCDE. Sin duda, no solo dependerá de la inversión: también es crucial tener una planificación basada en evidencia y llevar a cabo un análisis del sistema de salud. ¿Pueden las autoridades simplemente desentenderse? En este año electoral, es esencial que, como sociedad, no solo exijamos propuestas sólidas para mejorar nuestro sector salud, sino también acciones contundentes para la imprescindible remodelación del sistema de salud mexicano.