8 de Diciembre de 2025
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Opina 84% de mexicanos

 

 

 

 

 

 

 

 

Felipe Calderón debería ser investigado por vínculos con el narcotráfico

Revela encuesta de Enkoll para El PaÍs.

EL PAÍS/EL UNIVERSAL

CIUDAD DE MÉXICO

Si el juicio contra Genaro García Luna fuera una serie de narcos y policías ya la habrían retirado de las pantallas estadounidenses por falta de audiencia, tan escaso es el interés que en ese país han dedicado al asunto, como si no fuera con ellos. Y en México le estarían dando una oportunidad por ver si recupera espectadores.

Apenas la mitad de los mexicanos (un 52%) se ha enterado de que una Corte de Nueva York, la misma por la que pasó el famoso Chapo Guzmán, bajo el foco de reporteros de medio mundo, está juzgando al que fue secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón. Caza mayor.

García Luna era el hombre llamado a combatir el narcotráfico y lleva dos semanas escuchando desde el banquillo de los procesados cómo los testigos de la acusación desgranan sus oscuros manejos con los carteles de la droga, a partir de los cuales, según los testimonios, amasó una fortuna que ya no está en México. Desde el primer día, las crónicas judiciales evidenciaron el peligro que se cernía sobre la imagen del expresidente Calderón en este proceso, dado que se está juzgando a su mano derecha para la seguridad de México. Hoy, la mayoría de sus compatriotas (84%) opina que él también tendría que ser investigado por vínculos con el narcotráfico.

La encuesta encargada por este periódico a la agencia Enkoll ha preguntado a 1.223 mujeres y hombres mayores de 18 años en todo el país, de forma presencial, entre el 4 y el 7 de febrero, por el famoso juicio al zar antidroga, un hombre que salió del anonimato para ocupar espacios televisivos de alta audiencia en los que presumía logros policiacos contra los malhechores que después se revelaron montajes para engordar su popularidad.

Quizá es debido a aquella fama de entonces y a su posterior detención en Estados Unidos acusado de narcotráfico y falsedad de declaraciones, por lo que un promedio del 54% de los consultados, aunque no todos estén al tanto del juicio, opina que las acusaciones contra él son “sólidas y creíbles”. Desde luego, si se le pregunta solamente a quienes están atentos, ese porcentaje sube hasta el 77%.

Y lo mismo que la mayoría da por buenas las acusaciones y pruebas que están vertiéndose contra él, también consideran que Calderón no debe andar muy lejos de aquellos asuntos. El exfiscal de Nayarit, Edgar Veytia, uno de los testimonios más esperados en la Corte de Brooklyn, declaró el martes pasado que había órdenes emanadas directamente del presidente Calderón y García Luna para “apoyar al Chapo Guzmán” en contra de los Beltrán Leyva. Calderón, que dice reservarse su opinión sobre este juicio para más adelante, se apresuró a asegurar que “nunca negoció ni pactó” con el crimen organizado, según comunicaron sus redes sociales.

Uno de los mayores debates que ha generado este proceso es cómo la acusación contra García Luna descansa en las declaraciones de testigos que están presos por acusaciones parecidas a las que ahora enfrenta el exsecretario de Seguridad. ¿Cómo dar crédito a delincuentes condenados o confesos, algunos de los cuales han prestado su testimonio en busca de beneficios penitenciarios? No es pregunta fácil, a pesar de los detalles que se han escuchado en la Corte. Pero no son pocos los consultados en esta encuesta que dan algo o mucha credibilidad a lo que han contado esos testigos. El 45% afirma tener confianza en lo que allí se ha dicho contra García Luna. Pero en este caso ganan los que confían poco o nada en eso, que alcanzan un promedio del 50%.

Jesús "El Rey" Zambada: la PF invertía en cargamentos de droga

Jesús "Rey" Zambada afirmó este lunes en el juicio contra Genaro García Luna en Nueva York que no sólo le pagó millones de dólares a quien dirigiera la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y luego la Secretaría de Seguridad Pública, sino que elementos de la Policía Federal también trabajaban con el cártel de Sinaloa e incluso invertían en cargamentos de droga.

Zambada, quien ya quedó libre tras cumplir condena en Estados Unidos por tráfico de drogas, fue el testigo clave en el juicio contra Joaquín Guzmán Loera, alias "El Chapo", y en ese juicio aseguró que le había dado millones de dólares a García Luna para que protegiera al cártel y ayudara al trasiego de droga hacia Estados Unidos.

Este lunes, el hermano de Ismael "El Mayo" Zambada indicó que, además de García Luna, comandantes de la Policía Federal, de la AFI, de puertos mexicanos, entre otros, colaboraban con ellos. Nombró en particular a un comandante Viguera y a Édgar Bayardo. Este último fue ejecutado cuando se convirtió en testigo protegido.

Según la versión del "Rey", comandantes de la Policía Federal invertían en los cargamentos de cocaína. Como ejemplo puso un cargamento de cuatro toneladas que fueron trasladadas en un submarino y que fue interceptado.

El testigo narró que su rol en el cártel era la de controlar las operaciones en el Aeropuerto de la Ciudad de México donde, aseveró, policías federales les ayudaban a desembarcar los cargamentos de cocaína. Explicó que usaban aviones privados pequeños, de Venezuela, pero también aviones grandes de carga donde podían trasladar entre una y cinco toneladas de la droga.

Recordó cuando ayudó a rescatar al "Chapo", tras su fuga del penal de Puente Grande. El "Rey" ya había contado de esta fuga en el juicio contra el Chapo. Junto con el "Mayo", enviaron un helicóptero para recoger al "Chapo" en Jalisco y de ahí lo trasladaron a Querétaro, donde ambos se reunieron con él antes de moverlo a la Ciudad de México, bajo control de Jesús Zambada.

Sobre las reuniones con García Luna en el restaurante Champs Elysees de la Ciudad de México, dijo que él conocía al dueño del restaurante y parte del personal porque antes tenía "una granja de cerdos muy grande". El lugar era conocido por hacer cochinillo durante el mes de diciembre, y "Rey" llegó a un acuerdo para venderles algunos de sus "animalitos".