
El Universal
Suecia
Suecia anunció este jueves el descubrimiento del yacimiento de tierras raras "más grande" conocido hasta ahora en Europa, un pequeño paso hacia una mayor autonomía de la Unión Europea respecto a China, que lidera el suministro de estos metales esenciales para la transición verde.
El hallazgo, en el norte de Suecia, ocurre en un contexto en el que Europa se preocupa por su dependencia, sobre todo hacia China -el mayor productor mundial-, para conseguir estos minerales que sirven para fabricar las baterías de los vehículos eléctricos y las turbinas de las torres eólicas.
Según las primeras estimaciones, el yacimiento de Kiruna, una gran región minera del país escandinavo, contiene más de "un millón de toneladas de óxidos de tierras raras", pero la empresa sueca admitió que todavía no había cuantificado su magnitud exacta.
Queda "un largo camino" para recorrer antes de que se pueda explotar, se prevé que se necesitarán varios años para estudiar el yacimiento y las condiciones de explotación rentable y duradera. Esto podría demorar "entre 10 y 15 años".
Según las estimaciones actuales, el yacimiento anunciado representaría menos del 1% de las reservas mundiales de tierras raras, cifradas en 120 millones de toneladas por el Instituto Geológico Estadounidense (USGS).
Noticia esperanzadora para la Unión Europea
El hallazgo no deja de ser una noticia esperanzadora para la Unión Europea, escaldada por su dependencia energética de Rusia e interesada ahora en emanciparse en el capítulo de los metales raros. En la actualidad, el 98% de las tierras raras empleadas en la UE se importa de China, que goza de un cuasi monopolio en el sector.
Como parte de sus esfuerzos para atajar el calentamiento climático, la UE acordó poner fin a las ventas de coches nuevos de gasolina y diésel a partir de 2035. Estos deberán ser reemplazados por modelos eléctricos.
¿Tierras raras?
El término de tierras raras incluye metales como el neodimio, el praseodimio o el disprosio, fundamentales en la fabricación de imanes empleados en los coches eléctricos y las turbinas eólicas.
Estos metales también están presentes en bienes de consumo como los teléfonos inteligentes, las pantallas de las computadoras y las lentes telescópicas. Otros tienen usos más tradicionales, como el cerio, empleado en el pulido de cristales, y el lantano, para los tubos de escape o las lentes ópticas.