
Su antecesor fue detenido por delito de rebelión luego de su intento fallido de disolver el Parlamento
AGENCIAS
CDMX
Dina Boluarte, quien fuera Vicepresidenta con Pedro Castillo, fue juramentada en el Congreso como Presidenta de Perú horas después de la destitución del Mandatario, y se convierte en la primera mujer en encabezar la Presidencia.
Aunque se esperaba que Boluarte convocara a elecciones, en su juramentación dijo que ejercerá el cargo hasta 2026.
"Yo, Dina Ercilia Boluarte Zegarra, juro por Dios, por la patria y por todos los peruanos, que ejerceré fielmente el cargo de Presidenta de la República que asumo de acuerdo con la Constitución política del Perú, desde este momento hasta el 26 de julio del 2026", expresó en una ceremonia solemne convocada por el Congreso.
Boluarte denunció un "golpe de Estado" esta mañana después de que el Castillo decidiera disolver al Congreso e instaurar un Gobierno de excepción y toque de queda.
La acción de Castillo se dio antes de que el Legislativo votara una resolución para destituir al Mandatario por "incapacidad moral".
La destitución fue aprobada por 101 votos de un total de 130 congresistas, en su tercer intento por sacarlo del poder desde que asumió la Presidencia hace 16 meses.
La decisión del ex Presidente de disolver el Congreso fue calificada como anticonstitucional por las Fuerzas Armadas y la Policía, y desató una ola de renuncias en su Gobierno.
Castillo, en tanto, fue detenido y se encuentra en la prefectura de Lima.
Perú rompió este miércoles una tradición de más de 21 años de democracia y pagó el costo institucional de elegir como presidente a Pedro Castillo: maestro, sindicalista magisterial, novato, inexperto, con escasas habilidades de político y rondero o vigilante campesino.
Con las apuestas divididas sobre el futuro de Castillo de apenas en las próximas horas y ni siquiera en los días venideros, Perú también está pagando una onerosa factura de caos institucional que se acumuló en el siglo XXI por las cuestionadas actuaciones de corrupción y desprestigio de sus fuerzas políticas tradicionales.
"La situación caótica, disfuncional y deficiente del Estado peruano lamentablemente no tiene visos de solución y la solución pasa por la salida de Castillo del gobierno", afirmó el abogado y politólogo peruano Josef Zielinski, profesor de Ciencias Políticas de la (no estatal) Universidad de Lima.
"Es por errores propios que él mismo (Castillo) se ha hundido en una espiral de debilidad e ilegitimidad. Esto se debe no solo a los escándalos de corrupción que rodean su gestión y en los que él se encuentra involucrado como principal sospechoso, sino principalmente por su manifiesta y supina incapacidad de gestión", adujo.
En un golpe de Estado todavía con desenlace incierto, Castillo anunció este miércoles la disolución temporal del Congreso de Perú para restablecer la democracia, instalar un "gobierno de excepción" que se regirá por decretos y someter a revisión el aparato judicial y otras instancias estatales.
Castillo adoptó la ronda de medidas a solo horas de que el Poder Legislativo se dispusiera a iniciar hoy mismo en la tarde el debate de una propuesta para declarar su destitución o vacancia por denuncias de que cometió actos corruptos.
En un mensaje al país, Castillo informó que decidió "convocar en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses".
El Tribunal Constitucional de Perú desconoció por completo las órdenes emitidas por Castillo y lo acusó de ser un gobierno usurpador. Varios ministros de Castillo ya dimitieron en desacuerdo con el todavía gobernante.
En un panorama sacudido por la tensión en las calles peruanas mientras el Congreso se dispone esta misma tarde a definir si aprueba la vacancia de Castillo, cuya presidencia, que se inició el 28 de julio de 2021, estuvo marcada por la profunda inestabilidad política.
Como los soldados en una guerra en campo abierto, Castillo aprendió a correr en zigzag y en diagonal hacia adelante para burlar el ataque enemigo.
Desde que juró al cargo, Castillo esquivó con éxito —en noviembre de 2021 y en marzo de 2022— dos procesos de vacancia o sustitución en el Congreso por "incapacidad moral", en una secuencia de casos por denuncias de corrupción en contra del Jefe de Estado.
Castillo llegó al poder como un novato e inexperto, pero sus predecesores en el siglo XXI dejaron una estela de corrupción política.
El vicepresidente Martín Vizcarra asumió el 23 de marzo de 2018 en reemplazo de Pedro Pablo Kuczynski por otro conflicto de supuestos sobornos.
Kuczynski, conocido como PPK, quedó obligado a dimitir el 21 de marzo de 2018 por presuntos nexos con transacciones para favorecer a la empresa constructora brasileña Odebrecht, nervio central de un polémico caso de coimas para ganar licitaciones públicas en 10 países de América Latina y el Caribe.
Vizcarra cayó el 9 de noviembre pasado por otro escándalo de presuntas irregularidades. El Congreso lo destituyó ese día tras descubrirse que, como gobernador o presidente regional del sureño departamento (estado) de Moquegua, de 2011 a 2014, recibió sobornos millonarios por contratos de públicas.
Vizcarra rechazó las acusaciones, pero el Congreso declaró su vacancia del puesto por "incapacidad moral permanente" y en su lugar primero designó a Manuel Merino, pero prevaleció la incertidumbre política.
Merino ocupó el cargo del 10 al 15 de ese mes y dimitió en medio de un mortal estallido de violencia callejera y de un vacío político, por lo que el Congreso nombró el 17 a Francisco Sagasti. Con tres mandatarios en una semana, Perú prolongó la incertidumbre generalizada: quitar y poner presidentes se transformó en moda.
En su capítulo peruano, la trama Odebrecht también salpicó a los expresidentes Ollanta Humala (2011-2016), Alan García (2006-2011 y se suicidó en 2019) y Alejandro Toledo (2001-2006).
Aunque juró para completar los últimos 40 meses de los 60 para los que Kuczynski debió gobernar desde el 28 de julio de 2016 hasta el 28 de julio de 2021, Vizcarra fracasó en su plan de construir un pacto social anticorrupción.
La hora le llegó ahora al novato e inexperto de Castillo.
Detiene Policía a Pedro Castillo tras destitución
La Policía de Perú detuvo a Pedro Castillo cuando viajaba en una camioneta con rumbo desconocido, poco después de que el Congreso lo destituyó este miércoles por incapacidad moral.
La Fiscalía de Perú anunció este la detención del ex Presidente Pedro Castillo por el delito de rebelión luego de su intento fallido de disolver el Parlamento.
"Hay una comisión de un hecho en flagrancia y está en calidad de detenido", dijo a la prensa Marita Barreto, coordinadora del equipo especial de fiscales contra la corrupción del poder. Una fuente de la Fiscalía dijo a la AFP que Castillo es investigado por el delito de "rebelión".
Pedro Castillo viajaba con Aníbal Torres, quien fue su Primer Ministro y renunció a finales de noviembre.
Medios locales reportan que el ex Presidente permanece en la prefectura de Lima.
La Policía de Perú publicó en sus redes sociales el rechazo al "quebrantamiento del orden constitucional" y exhortaron a la población a respetar la Constitución Política y a mantener la calma.
Exigen a AMLO dejar de entrometerse en asunto internos de Perú
La Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de Perú advirtió en noviembre anterior al embajador de México en Lima, Pablo Monroy Conesa, que le pidiera al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que dejara de entrometerse en los asuntos peruanos y de enviarlo como emisario diplomático ante las bancadas parlamentarias para interceder a favor del ahora destituido mandatario de ese país, Pedro Castillo.
La contundente advertencia fue planteada a Monroy por la congresista Maricarmen Alva, del opositor partido Acción Popular, y el congresista Ernesto Bustamante, de la opositora Fuerza Popular, presidenta y miembro de la Comisión, respectivamente.
La información fue suministrada este miércoles a EL UNIVERSAL por Bustamante, presidente de la Comisión de agosto de 2021 a agosto de 2022. La reunión de los dos legisladores con el embajador se realizó en una sala del Congreso en Lima y, según Bustamante, se registró "el 8 o el 9" de noviembre pasado.
Con una llamada telefónica a la embajada de México en Perú y con un mensaje a la dirección de correo electrónico de esa delegación diplomática, este periódico intentó sin éxito este miércoles en la tarde obtener una reacción del embajador Monroy a los hechos revelados por Bustamante.
El congresista recordó que "el embajador mexicano estuvo haciendo ‘lobby’ (cabildeo) para que el Congreso le concediera a Castillo el permiso para viajar a una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza del Pacífico que se iba a realizar en México" del 24 al 26 de noviembre.
"Le dijimos (a Monroy) que si lo que quería el gobierno de México era ya concederle asilo a Castillo pues que lo dijera abiertamente. (El embajador) solo se rió. Le dijimos (al embajador) que ese ‘lobby’ de él para que el Congreso le diera a Castillo el permiso para viajar a México era una intromisión del gobierno de México en los asuntos internos de Perú", relató.
El Congreso de Perú negó el 17 de noviembre el permiso a Castillo para acudir a esa cita.