
Actuó casi una hora después en el tiroteo.
AGENCIAS
Uvalde
Una investigación de The New York Times reveló que una cadena de errores de la Policía contribuyó a más muertes en la escuela primaria Robb de Uvalde, Texas, y retrasó la atención médica de urgencia a los heridos.
Según el reportaje, dos minutos después de que un joven armado irrumpiera en la Primaria Robb y comenzara a disparar dentro de un par de salones de clases, dejando 21 muertos, el jefe de la Policía escolar de Uvalde, Pete Arredondo llegó afuera de la escuela, uno de los primeros oficiales en llegar a la escena.
Todavía se podía escuchar al joven identificado como Salvador Ramos disparando repetidamente, y Arredondo, como jefe de la fuerza policial del pequeño distrito escolar de Uvalde, se hizo cargo. Pero hubo problemas desde el principio.
Arredondo no tenía una radio de la Policía con él, según un oficial familiarizado con la investigación, lo que puede haber impedido su capacidad inmediata para comunicarse con la Policía.
Y, cuando dos supervisores del departamento de policía local fueron rozados por las balas disparadas por el pistolero, tomó la decisión de retroceder, dijo el funcionario.
Arredondo llamó a un teléfono fijo de la Policía desde un celular e informó que el pistolero tiene un AR-15, pero señaló que estaba contenido, solicitando más potencia de fuego y rodear el edificio.
La decisión de establecer un perímetro fuera del salón de clases, unos 5 minutos después de que comenzara el tiroteo, cambió la respuesta de la Policía.
En lugar de irrumpir en el aula, se tomó la decisión de desplegar un negociador y reunir una fuerza de entrada táctica más fuertemente armada y blindada.
"Tomaron una mala decisión, definiéndola como una situación de barricada de rehenes", dijo Bill Francis, un ex agente del FBI que fue líder senior en el equipo de rescate de rehenes de la oficina durante 17 años.
"Cuanto más se demore en encontrar y eliminar esa amenaza, más tiempo tendrá para seguir matando a otras víctimas".
Los oficiales tienen entrenamiento para enfrentar a tiradores activos desde la masacre de Columbine High School en 1999. Sin embargo, en Robb Elementary, en lugar de enfrentarse de inmediato al tirador, los oficiales que llegaron se detuvieron durante más de una hora.
Un equipo táctico dirigido por oficiales de la Patrulla Fronteriza finalmente ignoró las órdenes de no entrar al salón de clases, revelaron las entrevistas, luego de que una niña de 10 años dentro del salón de clases advirtiera al 911 que uno de los dos maestros en el salón necesitaba atención médica urgente.
Según una persona entrevistada por The New York Times, antes de avanzar hacia el salón de clases donde esperaba Ramos, uno de los oficiales escuchó una orden en su auricular: "No rompa".
El informe de que el comandante del incidente, al menos inicialmente, no tenía radio de la Policía surge como el último detalle importante en lo que ha sido un relato oficial cambiante que, en ocasiones, ha demostrado ser inexacto en puntos clave en los días transcurridos desde el tiroteo del 24 de mayo.
Los portavoces de los Texas Rangers y el Departamento de Justicia, las dos agencias que ahora investigan la respuesta, han dicho que no podrán llegar a conclusiones finales hasta que se hayan realizado todas las entrevistas y se hayan revisado todos los videos disponibles y otras pruebas.