AGENCIAS
CIUDAD DE MÉXICO
Los campamentos de inmigrantes construidos apresuradamente en el principal paso fronterizo hacia Polonia desde Bielorrusia fueron despejados por el Gobierno bielorruso el jueves por la mañana, eliminando, por el momento, un importante punto de tensión en toda Europa.
La parcela de tierra apodada "la jungla", hace solo unos días el lugar de violentos enfrentamientos entre los migrantes que intentaban atravesar el alambre de púas y las fuerzas de seguridad polacas que los disparaban con cañones de agua, ahora era un páramo de basura, tiendas abandonadas e incendios sin llama.
A lo largo de la maraña de alambre de púas en la frontera, no había ningún migrante a la vista el jueves por la tarde. Bajo la penumbra gris del cielo de noviembre, una falange de soldados polacos permaneció en formación, presionando contra el alambre.
Si bien la limpieza de los campamentos prometía aliviar el sufrimiento inmediato de quienes viven en condiciones difíciles en condiciones de congelación, las autoridades de Bielorrusia no ofrecieron ninguna indicación de adónde irían ahora quienes volaron al país de Europa del Este con la esperanza de construir una vida en Occidente. que estaban siendo alejados de la frontera.
Aún así, el jueves, un flujo constante de personas, escoltadas por fuerzas de seguridad bielorrusas fuertemente armadas, con el rostro cubierto por pasamontañas negros, recorrió un camino de media milla hasta un almacén administrado por el Gobierno donde se les ofreció refugio del barro y el lodo.
Para Masoud Mahdi, de 35 años, que había pasado 11 días en "la jungla" con su esposa embarazada y su hija pequeña, el frío fue demasiado. "Vivíamos peor que los perros", dijo mientras se dirigía al almacén.
"Anoche fue imposible", agregó. "Estaba lloviendo y helando y tuvimos que irnos".
Aún así, dijo Mahdi, no quería regresar al Kurdistán iraquí. Quería llegar a Alemania.
Los líderes occidentales creen que la crisis en la frontera fue fabricada por el Gobierno bielorruso, que atrajo a los migrantes, principalmente en vuelos desde el Medio Oriente, a Bielorrusia con visas de fácil obtención y la sugerencia de un camino a través de sus fronteras a la Unión Europea.
El flujo de migrantes a Bielorrusia se ha interrumpido en gran medida debido a que las aerolíneas restringen los vuelos desde el Medio Oriente y las multitudes que se desplazan hacia la frontera parecen haberse detenido.
Pero miles que ya se encuentran en Bielorrusia enfrentan un destino incierto, y las autoridades han dado pocas indicaciones de adónde podrían ir.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irak dijo que 430 iraquíes se habían registrado para regresar a casa en un vuelo de repatriación el jueves. Pero eso es solo una fracción de los miles de migrantes en Bielorrusia, y había pocas señales de que la mayoría se ofreciera como voluntarios para irse. Muchos expresaron la esperanza de que todavía pudieran encontrar un camino hacia la Unión Europea.
Algunos dijeron que simplemente se quedarían en Bielorrusia, lo que presentaría un desafío inesperado para el Presidente Aleksandr Lukashenko.
