Turquía mantiene una política de fronteras abiertas con los desplazados sirios, luego de un acuerdo con la Unión Europea en el que recibirá 3.5 millones de dólares. Sin embargo, mantiene varados en su territorio a 30 mil desplazados que huyeron de la guerra en Medio Oriente.
En este escenario, Turquía y Alemania acordaron ayer una serie de medidas para enfrentar la crisis de los refugiados, incluso una iniciativa diplomática conjunta para que cese el bombardeo contra la mayor ciudad en Siria.
Tras reunirse con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, la canciller alemana Angela Merkel declaró estar “no solamente asombrada sino horrorizada” por el sufrimiento causado por los bombardeos rusos en Siria.
Agregó que Turquía y Alemania presionarán en Naciones Unidas para que todos acaten una resolución de la ONU, aprobada en diciembre, que pide el cese inmediato de todos los ataques contra la población civil.
Merkel dijo: “Hemos estado, en estos últimos días, no sólo asombrados sino horrorizados por la magnitud del sufrimiento humano soportado por decenas de miles de personas debido a los bombardeos, principalmente perpetrados por el lado ruso”.
“Bajo tales circunstancias, es difícil que se concreten negociaciones de paz, así que esta situación debe cesar de inmediato”, añadió.
Davutoglu denunció que la ciudad de Alepo “de hecho está bajo asedio. Estamos al borde de una nueva tragedia humana”.
La canciller alemana se encuentra de visita en Ankara para participar en conversaciones sobre cómo reducir el ingreso de refugiados a Europa.
En el marco de esta visita, la Guardia Costera de Turquía reportó que 22 migrantes murieron y cuatro fueros rescatados al naufragar su embarcación en la Bahía de Edremit. Más al sur, murieron 11 personas en otro accidente naval, según la agencia de noticias Dogan.
Turquía, una puerta de entrada a Europa, es un país importante en los esfuerzos diplomáticos de Merkel para reducir el éxodo. El año pasado hubo 1,1 millones de personas que llegaron a Alemania solicitando asilo, la mayoría de Siria, Irak y Afganistán, una cifra sin precedente.
Davutoglu dijo que las fuerzas de seguridad de ambos países cooperarán para luchar contra la inmigración ilegal y el tráfico de seres humanos.
Añadió que además intentarán buscar la ayuda de la OTAN en el tema de los refugiados, para poder usar las capacidades de vigilancia de la OTAN en la frontera con Siria y en el Mar Egeo.