El FBI usará una nueva estrategia en sus esfuerzos por frenar la prostitución durante el Super Bowl, contactando a mujeres y menores que practican el comercio sexual en la antesala del partido, ofreciéndoles una salida e intentar convencerlas de que les den la espalda a sus tratantes.
Se espera que el evento de este año en la Bahía de San Francisco, al igual que otros grandes eventos deportivos, sea un imán para la trata de personas, en parte debido a los miles de hombres que asistirán a la región, coinciden los expertos.
Los defensores contra el tráfico de personas aseguran que no hay evidencia de más mujeres y niñas que sean obligadas a prostituirse para cubrir la demanda del Super Bowl. Pero aquellas que ya son víctimas de trata pueden ser trasladadas a dichos eventos debido a que los tratantes ven la oportunidad de engrosar sus ingresos.
"Es algo oculto", dijo Dominique Roe-Sepowitz, directora de la oficina de investigación de intervención a la trata de blancas en la Universidad Estatal de Arizona. "Las víctimas, los clientes y los tratantes trabajan detrás de un velo, así que es difícil captar lo que está sucediendo".
Los defensores de víctimas y agencias locales de la ley señalan que los esfuerzos del FBI son loables, pero advierten que a menudo las víctimas son demasiado temerosas como para ayudar a enjuiciar a sus tratantes.
La nueva estrategia decaerá en grupos locales sin fines de lucro, que realizarán el contacto inicial con las mujeres y niñas antes de que el FBI intervenga para brindarles acceso a sus servicios de defensa de víctimas.
"La meta es llegar a toda persona que haya sido víctima de trata", dijo el agente especial supervisor del FBI, Doug Hunt, quien lidera los esfuerzos en las oficinas de San Francisco contra la trata de personas, que también incluirán operaciones secretas que la agencia ha utilizado en Super Bowls previos.
El FBI y las policías locales anunciaron en febrero pasado del arresto de 360 consumidores de comercio sexual, así como de 68 tratantes y la recuperación de 30 víctimas juveniles en una operación de seis meses de duración en anticipación al Super Bowl de 2015.
Un año antes, el FBI informó que las autoridades recuperaron a 16 menores de entre 13 y 17 años y arrestaron a más de 45 proxenetas y socios durante operativos relacionados con el Super Bowl.
Además, una coalición de agencias de la ley y grupos a favor de las víctimas con el nombre "No Traffic Ahead" (Libre de tráfico) se ha reunido con el comité organizador del Super Bowl desde 2014 y, entre otros esfuerzos, han entrenado a trabajadores de los puntos de reunión para identificar a víctimas del comercio sexual.