Al menos 62 personas han muerto por desnutrición en la provincia siria de Madaya, en los últimos tres meses debido al bloqueo que las tropas del presidente Basahr al Asad impusieron desde hace 107 días.
“La gente esquelética camina como espectros por las calles. Algunos ya se abandonaron y permanecen todo el día tumbados en sus camas, con la mirada fija esperando su muerte”, afirmó el activista sirio Alí Ibrahím al diario español El Mundo.
Mayada, antes conocida como la “novia de Siria” por el manto de nieve que la cubre en invierto y la fértiles tierras en verano, es ahora uno de los lugares más desoladores del país que desde hace cinco años está sumido en una guerra civil.
Los cerca de 42 mil habitantes han optado por inegerir hojas de árboles, pasto y algunas bayas para no morir de hambre en un poblado en el que conseguir un kilo de arroz tiene un costo de 310 dólares, imposible de pagar para la mayoría de sus habitantes entre los que se encuentran 852 lactantes.
“La alternativa es cualquier cosa. Hay césped; quedan algunos pimientos que mezclamos con sal. Cuando logramos arroz lo hervimos al máximo para inflar los granos. La hojas de el árbol de morera son un manjar”, apuntó Ibrahím.