La baja de precios de los principales bienes que exportan México y América Latina, como metales y materias primas, aunado a la contracción económica de algunos de sus socios comerciales, como China, ocasionaron que las exportaciones de la región se desplomaran 14 por ciento. Mientras y las mexicanas disminuyeran cuatro por ciento en 2015, situación no registrada desde la crisis mundial de 2009.
De acuerdo con Paolo Giordano, economista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y especialista en el sector de integración y comercio, ésta es “la mayor contracción comercial desde el colapso de 2009, es un llamado para implementar políticas de diversificación exportadora”, ya que el monto total por exportaciones ronda los 915 mil millones de dólares, casi la misma cifra registrada en 2010.
En el informe anual Estimaciones de las Tendencias Comerciales de América Latina y el Caribe, Giordano detalla que durante el año el precio de algunos productos básicos, como la soja, el azúcar y el café, registraron caídas de 20 a 25 por ciento, mientras que el valor de los hidrocarburos y algunos metales, como el hierro, han tenido una reducción superior al 50 por ciento, lo que pega directamente a las ventas al exterior.
El estudio del BID indica que el debilitamiento de las exportaciones también se debe a que los principales socios comerciales de la región, disminuyeron la demanda de productos por una caída en su crecimiento económico.
Las compras de China bajaron 14 por ciento, mientras que las ventas al exterior, entre países de la misma zona latinoamericana, se desplomaron hasta 19 por ciento y las de Estados Unidos cayeron un siete por ciento.
Sin embargo, México es uno de los cinco países con menor afectación económica de la región, además de El Salvador, Guatemala, Honduras y la Guyana, a pesar del impacto directo por el precio del petróleo a nivel internacional, al ser exportador de este hidrocarburo, y por las menores compras manufactureras por parte de Estados Unidos.
Al contrario, Venezuela, Colombia y Bolivia tienen un decremento en las ventas al exterior de 49, 35 y 32 por ciento, respectivamente, principalmente por la continua devaluación de los precios del petróleo.
Ante la situación regional, el BID indica que “las perspectivas comerciales para 2016 presentan riesgos: no se vislumbran señales de cambios de tendencia en los mercados de productos básicos, a la vez que son previsibles menores ritmos de actividad en China y en la propia región”.
Aunque detalla que “una demanda más firme de Estados Unidos podría, sin embargo, impulsar el dinamismo exportador, especialmente en las ventas de México y Centroamérica”.
Según el BID, uno de los riesgos para las exportaciones es que “el modesto crecimiento de Estados Unidos y la Unión Europea ahora se conjuga con una desaceleración de la economía de China, y con una erosión del propio intercambio intrarregional”.