*Doble atentado suicida en marcha por la paz
*Entre las víctimas, dos candidatos a diputados
Agencias
Ankara, Turquía
Dos explosiones casi simultáneas, causadas por terroristas suicidas, convirtieron el sábado una marcha por la paz en Turquía en un escenario de guerra en el centro de Ankara.
La comunidad internacional condenó el doble atentado y expresó su solidaridad con el pueblo turco.
Los muertos en el atentado son 128, según señaló el copresidente del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Selahattin Demirtas, en un discurso pronunciado que honraba a los fallecidos.
Una nota de este partido de la izquierda prokurda, el cuarto del Parlamento, especifica que ya se han identificado 120 cadáveres y faltan ocho por determinar, frente a la cifra oficial, actualizada la noche del sábado, de 95 muertos.
Dos candidatos a diputado en las listas electorales del próximo 1 de noviembre, una mujer y un hombre, murieron en el atentado, agrega el HDP.
El partido socialdemócrata (CHP), el mayor de la oposición, informó de que 11 miembros de su organización juvenil habían fallecido en la masacre.
El Gobierno, por su parte, ha actualizado las cifras de heridos en un comunicado publicado en la web del primer ministro, indicando que todavía se hallan bajo tratamiento 160 personas, 65 de ellas en cuidados intensivos.
De un total de 508 personas registrados en los hospitales, 317 ya han sido dadas de alta tras recibir atención, agrega el comunicado, que no ofrece un número actualizado de fallecidos.
Nadie se ha atribuido la autoría del atentado, pero según el diario Hürriyet, la Policía ya ha identificado los restos de los atacantes, estableciendo que sus bombas se fabricaron con TNT y que contenían bolitas de metal para lograr un efecto más mortífero.
Policía repele a manifestantes
La Policía turca sofocó con gases lacrimógenos y golpes de porra a una muchedumbre que afluía a la plaza de Ankara, donde el sábado se produjo el doble atentado suicida, para honrar a los 95 muertos y dejar flores.
Las fuerzas de seguridad turcas erigieron barricadas en todas las calles que llevan a la explanada donde se produjo el atentado más mortífero en la historia de Turquía, informaron emisoras locales.
Los agentes no permitieron el paso a las delegaciones de varios partidos políticos y organizaciones cívicas que este domingo pretendían celebrar un acto conmemorativo en el lugar.
Según un comunicado del partido de la izquierda pro-kurda HDP, cuarto en el Parlamento, la carga policial causó algunos heridos en la delegación política, en la que se encontraban también altos cargos del socialdemócrata CHP.
Tras negociaciones con otros miembros de la delegación, la Policía finalmente abrió las barricadas y permitió el paso para colocar las flores.
Aunque el Gobierno ha condenado el atentado, la masacre ha reavivado las tensiones entre grandes sectores de la izquierda y el partido islamista AKP, en el poder desde 2002, a tres semanas de las elecciones generales anticipadas.
La declaración de tres días de luto dedicados a "todas las víctimas del terrorismo", entre ellos los soldados y policías muertos en ataques de la guerrilla kurda, ha contribuido a la sensación de que, incluso en los momentos de dolor nacional, el Gobierno busca los votos nacionalistas, mirando a las elecciones del 1 de noviembre próximo.
"Aquéllos que hicieron esto con la mentalidad de que 'el Estado es nuestro' van a pagar por ello. No queremos actos de venganza. El primer paso será el 1 de noviembre", dijo el copresidente del HDP, Selahattin Demirtas, durante la ceremonia en la plaza, en referencia a la fecha de los comicios.