26 de Noviembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Papa abarrota Plaza de la Revolución  

*Celebra homilía ante miles de cubanos

 

*Se pronuncia para que salga adelante proceso de paz en Colombia

 

El Universal

La Habana, Cuba

 

Ante miles de personas que llenaron la Plaza de la Revolución, el Papa Francisco encabezó una misa a la que asistieron los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

Ahí, el Sumo Pontífice subrayó que "quien no vive para servir no sirve para vivir. Servir significa en gran parte cuidar fragilidad, servir significa cuidar a los frágiles de nuestra familia, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo”.

"Son los rostros sufrientes desprotegidos y angustiados a los que Jesús propone mirar e invita concretamente a amar", subrayó el Papa durante su homilía.

Luego de un recorrido en esa Plaza en el vehículo descubierto que se dispuso para su visita pastoral a este país, desde donde saludaba a las personas aquí reunidas, el jerarca católico insistió sobre la importancia de servir al prójimo y dijo al pueblo cubano:

"El santo pueblo fiel de Dios que camina en Cuba es un pueblo que tiene gusto por la fiesta, por la amistad, por las cosa bellas. Es un pueblo que camina, que canta y halaga. Es un pueblo que tiene heridas como todo pueblo, pero que sabe estar con los brazos abiertos, que marcha con esperanza porque su vocación es de grandeza”.

"Hoy los invito a que cuiden esta vocación a que cuiden esos dones que Dios les ha regalado, pero especialmente quiero invitarlos a que cuiden y sirvan de modo especial la fragilidad de sus hermanos. No los descuiden por proyectos que puedan resultar seductores, pero que se desentienden del rostro del que está a su lado", insistió.

En una ceremonia eucarística que se animó con ritmos autóctonos como guaracha y son, interpretados por la orquesta y coro conformados por jóvenes, Francisco subrayó:

"Todos estamos llamados por vocación cristiana al servicio que sirve y ayudarnos mutuamente a no caer en las tentaciones del servicio que se sirve. Todos estamos invitados, estimulados por Jesús a hacernos cargos los unos de los otros por amor y esto sin mirar de costado para ver lo que el vecino hace o ha dejado de hacer".

Por otra parte, Francisco se pronunció por que salga adelante el esfuerzo renovado y movido por la esperanza para construir una sociedad en paz en Colombia, donde ha habido “sangre vertida por miles de inocentes y durante tantas décadas de conflicto armado”.

Antes de concluir la misa que encabezó ante miles de personas reunidas en la Plaza de la Revolución, el jerarca católico subrayó: “Por favor, no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación”, en el marco de lo cual agradeció la participación del presidente de Cuba, Raúl Castro, en este proceso.

El Sumo Pontífice resaltó la importancia de la paz en el continente americano y en el mundo.

 

 

Se reúne con Fidel Castro

 

Luego de la misa que encabezó el Sumo Pontífice en la Plaza de la Revolución, el Papa Francisco y el comandante Fidel Castro sostuvieron un encuentro en el que también estuvieron presentes la esposa del expresidente cubano, Dalia Soto, y una decena de familiares directos, como hijos y nietos.

En la reunión realizada en la residencia de la familia Castro, los dos personajes tuvieron una conversación muy informal y cordial durante unos 30 o 40 minutos, informó el vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi.

Al hablar del encuentro con representantes de medios de comunicación de diferentes países que están aquí para la cobertura de las actividades de Francisco, Lombardi dio a conocer que Fidel Castro y Jorge Mario Bergoglio intercambiaron libros.

Este último le dio al comandante cubano dos libros del sacerdote y escrito italiano Alessandro Pronzato: La boca se nos llenó de risas y Evangelios molestos.

Francisco donó a Fidel Castro un libro del jesuita español Armando Llorente, quien fue profesor y mentor del expresidente en el colegio de Belén, de La Habana; además le regaló dos discos compactos con palabras grabadas de Llorente.

 

Castro obsequió al Pontífice el libro Fidel y la religión, escrito por Frei Betto. Ahí le dedicó unas palabras al religioso argentino: “Para el Papa Francisco, en ocasión de su fraternal visita a Cuba, con admiración y respeto del pueblo cubano”.