26 de Noviembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

A sangre fría  

*Asesinan a tiros a periodista y camarógrafo en Estados Unidos; transmitían en vivo

 

*Agresor graba el crimen, huye y se suicida

 

El Universal

México, DF

 

El luto y la violencia vuelven a embargar al medio periodístico. Este miércoles la periodista Alison Parker y el camarógrafo Adam Ward fueron asesinados a tiros, mientras hacían un enlace en vivo para la cadena local WDBJ7 de la población de Moneta, en el estado de Virginia, Estados Unidos.

El asesino fue identificado como Vester Lee Flanagan, de 41 años de edad y exempleado de la televisora, quien horas después del ataque falleció en el Fairfax Inova Hospital, a donde fue trasladado malherido luego de un fallido intento de suicidio.

En conferencia de prensa, el jefe de la Policía de Virginia, Bill Overton, confirmó que Parker (de 24 años) y Ward (27) murieron inmediatamente en el lugar, mientras que Flanagan murió a consecuencia de una herida de bala que se autoinfligió cuando era perseguido por la Policía estatal.

También resultó herida la mujer a la que entrevistaba Parker, la directora ejecutiva de una cámara de comercio local: Vicki Gardner, quien se recupera en un hospital tras recibir un disparo en la parte posterior del cuello, aunque no se teme por su vida.

El suceso se produjo alrededor de las 6:45 horas (tiempo local), cuando los reporteros fallecidos hacían una entrevista en directo en la plaza Bridgewater de Moneta.

Flanagan se aproximó por detrás a los reporteros –de manera que sólo la entrevistada podría haberle visto– y les disparó, según un video publicado en Twitter y Facebook  que grabó el propio asesino y en el que puede verse su pistola.

En las imágenes que pudo grabar el camarógrafo antes de morir se oyen unos disparos, se nota cómo la cámara cae al suelo y rueda, mientras se oyen gritos hasta que finalmente queda interrumpida la emisión.

De acuerdo con el parte policiaco emitido en conferencia de prensa, Flanagan sufría de algún tipo de perturbación que lo orilló a llevar a cabo el crimen; sin embargo, no dio detalles sobre el motivo real de su acción.

Explicó que aún se está reconstruyendo la escena del crimen, por lo que pasara algún tiempo para obtener datos precisos sobre el suceso.

Empero, de acuerdo con distintos reportes de televisión, Flanagan había acusado en distintas publicaciones –vía Twitter– a Parker de emitir supuestos comentarios racistas, que habrían motivado la agresión; además fue despedido por conducta controversial hacia sus demás compañeros.

Trascendió también que Flanagan –quien firmaba como “Bryce Williams” para la cadena de televisión– había demandado a una empresa para la que trabajó anteriormente, alegando discriminación racial en el año 2000.

Se trata de la cadena WTWC-TV, en el norte de Florida. La demanda decía que un productor lo llamó "mono" en 1999 y que otros empleados de origen afroamericano habían recibido adjetivos similares.

Después de perpetrar su crimen el agresor se dio a la fuga a bordo de un vehículo, dando pie a una intensa persecución policiaca que terminó cuando Flanagan se salió del camino y chocó la unidad.

La Policía detalló que poco después de las 11:30 horas (tiempo local) colocaron retenes en la autopista interestatal 66. El conductor se rehusó a detenerse y huyó de la Policía, pero se salió de la vía y chocó; aparentemente intentó quitarse la vida al verse acorralado.

Al acercarse, los agentes vieron que el conductor tenía una herida de arma de fuego, por lo que fue trasladado al hospital, en el que fue declarado muerto minutos después.

Alison Parker era una periodista que había comenzado a trabajar para la estación televisiva WDBJ7 en 2011; recién había cumplido 24 años y llevaba nueve meses viviendo con su pareja, el presentador Chris Hurst, con quien también planeaba casarse.

El camarógrafo Adam Ward se encargaba de capturar los reportes y entrevistas de Alison; al igual que su compañera, estaba a punto de casarse con su pareja, la periodista Melissa Ott.

 

El terrible incidente ha sacudido a la opinión pública y vuelve a reavivar el debate sobre la Ley de Armas de Fuego en Estados Unidos.