*De enero al cierre de julio se registraron 483 asesinatos violentos, un promedio de dos ataques al día
El Universal
Acapulco, Guerrero
Siete fosas clandestinas fueron el destino, hace dos semanas, de 10 cadáveres; autoridades las descubrieron hace un par de días.
Cuando se encontraron los 10 cuerpos, entre ellos los de tres mujeres, corría la última semana de junio de 2015 y en Acapulco habían ocurrido 345 asesinatos. Este municipio es el más violento del país, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
Una investigación hemerográfica revela que de enero de 2015 al cierre de julio se habían registrado 483 asesinatos violentos en el puerto, un promedio de dos ataques al día.
Desde que inició 2015, los homicidios comenzaron a tener grandes picos en uno de los balnearios más importantes con los que cuenta el país: en enero ocurrieron 35; en febrero, 45; marzo, 30; abril, 84; y en mayo, el mes con más crímenes, 105. Junio terminó con 79; y julio, nuevamente con 105; es decir, 483 asesinatos violentos en siete meses.
Aunque las cifras de crímenes en este puerto se resguardan como si se tratara de un secreto de Estado, ya que ninguna entidad de los gobiernos estatal o federal las proporciona a detalle, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) mantenía un registro de 336 “homicidios dolosos” en Acapulco de enero a mayo de 2015, lo que significa 42 por ciento más que el mismo periodo del año anterior, cuando ocurrieron 237.
La Fiscalía General del Estado (FGE) manejaba cifras de 943 “asesinatos dolosos” en la entidad, de enero a junio de 2015. Randy Suástegui Cebrero, vocero de la Fiscalía, proporcionó el dato, pero se negó a dar detalle por municipios.
El año pasado el sitio cerró como la tercera ciudad más violenta del mundo, sólo detrás de la centroamericana San Pedro Sula, en Honduras, que se ubicó en primer lugar, y abajo de Caracas, Venezuela, que estaba en segundo sitio, de acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
San Pedro Sula cerró 2014 con 171.20 homicidios por cada 100 mil habitantes; Caracas con 115.98, y Acapulco con 104.16 homicidios por cada 100 mil habitantes. Las tres ciudades ocuparon los mismos tres sitios en 2013.
Un lugar común
El fiscal general del estado, Miguel Ángel Godínez Muñoz, tiene una explicación a todos estos crímenes: “No pasa nada”, dice, y basa su expresión en dos cosas: quienes mueren son gente “al parecer” ligada al crimen organizado, y los índices de violencia que van hasta ahora no han rebasado los números anteriores. Por ello insiste: “No pasa nada diferente a lo que estaba ocurriendo antes”.
Lo que dice Godínez tiene lógica en la lógica del Gobierno. No muchos días antes, el 26 de junio, el gobernador Rogelio Ortega Martínez declaró ante reporteros que entregaría al gobernador electo, Héctor Astudillo Flores, un estado “en paz y armonía”. Lo dijo cuando los números de homicidios violentos estaban por encima de los 350 sólo en Acapulco, y cerca del millar en todo el estado, según cifras oficiales. No hay mayores registros en el municipio que puedan explicar qué pasa.
La generalidad, el lugar común es que los cárteles de todos los nombres se pelean el territorio. Lo cierto es que estos grupos están reclutando jóvenes de diferentes colonias. Chicos cada vez más chicos. Y aunque también es un lugar común decirlo, el fiscal Godínez lo reconoció en una entrevista: “La media es que quienes cometen este tipo de delitos en Acapulco son muchachos de menos de 20 años”.