Los heridos han sido trasladados a un hospital de la zona y se encuentran "estables"
Agencias
Kabul
Al menos cinco personas, entre ellas cuatro policías, murieron y otras cuatro resultaron heridas hoy en un ataque suicida contra un puesto de control de las fuerzas de seguridad afganas en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, informaron fuentes oficiales.
Un insurgente suicida detonó las bombas que portaba en su chaleco en las inmediaciones de un puesto policial de la capital provincial, Lashkargah, cuando los agentes se preparaban para romper el ayuno de la festividad musulmana de Ramadán, sobre las 19.00, hora local (14.30 GMT) , dijo Omar Zwak, portavoz del gobernador de Helmand.
Un policía que prefirió mantener el anonimato indicó que cuatro agentes fallecieron y otros cuatro resultaron heridos a causa de la explosión, en la que también pereció el atacante.
Los heridos han sido trasladados a un hospital de la zona y se encuentran "estables" , detalló la fuente, quien explicó que desde el comienzo del Ramadán las fuerzas de seguridad han incrementado las medidas de seguridad, por lo que los insurgentes tienden a atacar durante el "iftar" , el momento de la caída del sol en que se rompe el ayuno.
Durante el "iftar" del lunes, una treintena de personas resultaron heridas en una explosión en el interior de una mezquita situada en la provincia nororiental de Baghlan.
Si bien el ataque en Helmand no ha sido reivindicado por ningún grupo, se produce en medio de la tradicional ofensiva talibán de primavera, lanzada por esa formación insurgente el 24 de abril y que ha hecho aumentar desde entonces el número de atentados en todo el país.
El presidente afgano, Ashraf Gani, anunció hoy que representantes de su gobierno se reunirán con los talibanes en los próximos quince días, después de que ambas partes mantuviesen su primer encuentro oficial la semana pasada, en el que sentaron las bases para unas negociaciones de paz.
Ese anuncio se produce el mismo día en que el líder de los talibanes, el mulá Mohamed Omar, se refirió por primera vez en casi 14 años de guerra a la posibilidad de realizar "esfuerzos políticos" para alcanzar la paz con el Gobierno afgano.
La OTAN puso punto final en 2014 a su misión de combate en Afganistán, la ISAF, sustituida desde enero de 2015 por una operación de 4.000 soldados en tareas de asistencia y capacitación, y que será seguida a su término de otra liderada por civiles pero con un componente militar.
Estados Unidos mantendrá desplegados a 9.800 soldados hasta final de año como parte de su misión "antiterrorista" en Afganistán, después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, ordenara la ralentización de la salida de las tropas de ese país, prevista inicialmente para este mismo año.