*Más de 600 mil personas asisten a misa oficiada por el Sumo Pontífice
*No importó el intenso sol, que elevó la temperatura hasta los 40 grados
Agencias
Guayaquil, Ecuador
El Papa instó a fortalecer la institución de la familia, una “gran riqueza social” que no puede ser sustituida por otra, y recordó con una anécdota a su madre, durante una misa multitudinaria en el Parque Samanes de esta ciudad.
Ante más de 600 mil personas y bajo un intenso sol, que elevó la temperatura hasta los 40 grados, Francisco aseguró este lunes que la familia es el “hospital más cercano”, la primera escuela de los niños, el grupo de referencia imprescindible para los jóvenes, el mejor asilo para los ancianos.
“La familia constituye la gran riqueza social que otras instituciones no pueden sustituir, que debe ser ayudada y potenciada para no perder nunca el justo sentido de los servicios que la sociedad presta a los ciudadanos”, sostuvo.
“En efecto, éstos no son una forma de limosna sino una verdadera deuda social respecto a la institución familiar, que es la base y que tanto aporta al bien común de todos”, insistió.
Su reflexión partió del pasaje bíblico de las bodas de Caná, cuando la Virgen María le pidió a Jesús solucionar la falta de vino en un matrimonio, y que su hijo solucionó convirtiendo el agua de unas tinajas en vino.
Dijo que el vino es signo de alegría, de amor, de abundancia; entonces se cuestionó cuántos adolescentes y jóvenes perciben que en sus casas hace tiempo que ya no lo hay o cuántas mujeres solas y entristecidas se preguntan cuándo el amor se fue.
De la misma manera preguntó cuántos ancianos se sienten dejados fuera de la fiesta de sus familias, arrinconados y ya sin beber del amor cotidiano.
“También la carencia de vino puede ser el efecto de la falta de trabajo, enfermedades, situaciones problemáticas que nuestras familias atraviesan. María no es una madre reclamadora, no es una suegra que vigila para solazarse de nuestras impericias, errores o desatenciones. ¡María es madre! Ahí está, atenta y solícita”, apuntó.
Recordó que una vez le preguntaron a su mamá a cuál de sus cinco hijos amaba más y ella respondió: “Como los dedos, si me pinchan éste me duele igual que si me pinchan éste”. Estableció que cada madre quiere a sus hijos como son y, en una familia, los hermanos se quieren como son, porque “nadie es descartado”.
El dato
Recordó que una vez le preguntaron a su mamá a cuál de sus cinco hijos amaba más y ella respondió: “Como los dedos, si me pinchan éste me duele igual que si me pinchan éste”.