*Enraizada, impunidad por violación de derechos humanos
*Tlatlaya y Ayotzinapa son ejemplos de que el país ha sido incapaz de escapar de su pasado de abusos y violencia
El Universal
Washington, EU
La impunidad por la violación de los derechos humanos persiste en México con muy bajos índices de enjuiciamientos o rendición de cuentas en todas las modalidades del crimen, asegura el reporte anual 2014 en materia de derechos humanos del Departamento de Estado de Estados Unidos.
El secretario de Estado, John Kerry, pidió a los líderes políticos mirar objetivamente este reporte, adelantándose a las molestias que el documento puede causar en la sensible piel de muchos gobiernos, "incluidos algunos con los que trabajamos muy estrechamente".
"Mi consejo, para cualquier líder que está molesto por estos hallazgos, es realmente examinarlos, observando las prácticas de su país y reconocer que la mejor forma de cambiar lo que piensa el mundo y la forma de evitar estos juicios es cambiar lo que está ocurriendo en sus propios países", dijo Kerry.
A diferencia del informe de 2013, donde el reporte enfatizó la preocupación por el surgimiento de las autodefensas en los estados de Michoacán y Guerrero, en esta ocasión los casos de Tlatlaya y Ayotzinapa se presentan como ejemplos de que México ha sido incapaz de escapar de su pasado violento y que los abusos y la violación a los derechos humanos, a manos no sólo del crimen organizado sino también de las fuerzas militares y policiales, son la mejor prueba de ello:
"Hubo numerosos informes de que el Gobierno o sus agentes perpetraron asesinatos arbitrarios o ilegales, a menudo con impunidad", establece el informe al hablar del elevado grado de corrupción e impunidad que sigue existiendo a nivel estatal y local.
Además, añade el informe: "Los grupos delictivos organizados también fueron responsables de numerosos asesinatos, a menudo actuando con absoluta impunidad y en alianza con las fuerzas de una autoridad local o estatal corruptas y funcionarios de seguridad", sostiene el informe en alusión a casos como el de Ayotzinapa.
El informe de 40 páginas que la Oficina para Derechos Humanos y Democracia del Departamento de Estado dedica a México, es un compendio de los crímenes que han puesto contra la pared al Gobierno de Enrique Peña Nieto y de los rezagos que siguen lastrando las reformas en materia de seguridad y judicial en buena parte de la República Mexicana.
En este sentido, los incidentes del 30 de junio de 2014 en la localidad del Tlatlaya, en el Estado de México, y la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre de 2014, se presentan como dos casos en los que la violencia e impunidad desde las Fuerzas Armadas y los abusos y la connivencia entre autoridades locales y estatales con el crimen organizado, demuestran que la lucha por los derechos humanos y el Estado de Derecho siguen dejando mucho que desear.
De igual forma, el informe anual vuelve a mencionar el ambiente de persecución y violencia que sufren los periodistas en México, donde el crimen organizado los ha convertido en blanco de secuestros o de la violencia más brutal para limitar la libertad de expresión.