MÉXICO, D.F., junio 15 (EL UNIVERSAL).- El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, aseguró que en el proceso de implementación de las reformas estructurales no se hará magia con la economía y que se tratará de una etapa que requerirá disciplina y tenacidad para lograr beneficios económicos y un aumento de la productividad.
"A través de la implementación oportuna y completa de las reformas estructurales, México puede abrirse una oportunidad para elevar su crecimiento de manera sostenida", aseguró el funcionario durante su participación en el foro del Banco Mundial y el Banco de México para la economía del desarrollo, productividad y crecimiento.
Videgaray destacó que el principal reto de México es la democratización de la productividad, pues mientras zonas del país como el Bajío y el norte han aumentado en 20 años el PIB por habitante en un 40%, el sur prácticamente se ha estancado en ese mismo periodo.
Sobre este mismo tema, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, aseguró que México entró a la etapa más laboriosa de su agenda de reformas que es su implementación en la economía del país, lo cual favorecerá para un círculo virtuoso en el desarrollo de México.
Por su parte, el vicepresidente y economista jefe del Banco Mundial, kaushik Basu, dijo que ante el bajo crecimiento de la economía mundial, es momento para que todos los países se "ajusten el cinturón".
En tanto, el vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Jorge Familiar, destacó que América Latina tiene que reinventarse ante la nueva configuración de la economía mundial, con la caída de los precios de las materias primas.
Según el especialista, la región tiene las condiciones para enfrentar el nuevo entorno internacional.
