CANCÚN, QR., mayo 28 (EL UNIVERSAL).- Familiares y vecinos de una niña de dos años, quien presuntamente fue violada por dos adolescentes en la colonia "Nueva Jerusalén", marcharon en Cancún para exigir castigo en contra del par de menores de edad, ante el peligro de que incurran en la misma conducta.
Debido a la ausencia de respuesta por parte de las autoridades para proceder legalmente en contra de los dos adolescentes de 12 y 13 años que agredieron a su hija, María Jesús Rodríguez Gerónimo dijo haber aceptado la ayuda de la conductora de reality show, Laura Bozzo, quien le ofreció viajar de la Ciudad de México a Cancún, para intervenir en el caso.
"Tenemos faltas de ortografía; no sabemos escribir, pero exigimos justicia para las niñas y los niños que son abusados sexualmente en Cancún y en México", gritaba una de las 30 mujeres y madres de familia que se apostaron frente al Palacio Municipal, para reclamar justicia para la menor agredida sexualmente.
El jueves pasado María Jesús se encontraba atendiendo la pequeña papelería que instaló en su domicilio, ubicado en la colonia irregular, "Nueva Jerusalén", mientras su hija de dos años jugaba en el local.
Era mediodía cuando perdió de vista a la niña, quien salió de la casa. Sus primos, identificados con las siglas J.C.R.G y R.O.R. de 12 y 13 años, originarios de Tabasco, se la llevaron y abusaron sexualmente de ella, narró Rodríguez Gerónimo.
"Fueron mis sobrinos. Me di cuenta porque la niña estaba llorando y me lo dijo; mi hija tenía ensangrentado su pañal... yo, en el momento, quería matarlos, ya se imaginará... la rabia, la impotencia. Pero llamé al 066 para que estos niños fueran detenidos por la policía", prosiguió.
Antes de hacer la llamada, su mamá -abuela de la víctima- intentó impedir que buscara ayuda de la policía, pretextando que "esas cosas no deben salir de la casa".
"Para que yo no denunciara, para que no pidiera ayuda, mi mamá me quitó el celular, porque dice que lo que había pasado debe quedarse en familia. Lo hizo por encubrirlos", indicó.
Luego de recuperar su celular, llamó a la policía y los adolescentes fueron detenidos. Ya estando presos, la abuela de la niña de dos años insistió en que la violación de la que fue objeto debió callarse.
María Jesús se enteró por su hermana, quien radica en Tabasco, que los dos adolescentes también violaron a cuatro menores de edad, en el pasado. Dos niñas de siete y 10 años y dos adolescentes de 12 y 13. Una de ellas, está embarazada.
"Los dos confesaron lo que le hicieron a mi hija. Los dos dijeron quién había sido el primero y el segundo en violarla. Y no están arrepentidos, les da igual. El día que los detuvieron, dijeron que no les pasaría nada, que saldrían libres; y cuando salieron libres, se rieron, se burlaron de mí.
"Ese es el temor y el coraje, de que lo van a seguir haciendo porque no hay justicia, no hay ley para ellos", reprochó, entre lágrimas.
La tarde del domingo pasado los dos adolescentes salieron libres. La Procuraduría de Justicia de Quintana Roo los entregó a su madre y a su abuela, para que enfrenten su proceso en libertad, bajo reservas de ley, mientras el juez que ve el caso, determine las sanciones correspondientes.
La dependencia informó que la Mesa Especializada en Atención a Adolescentes remitió su expediente -232/2015, por el delito de violación- ante el Juzgado de Justicia para Adolescentes.
En sus artículos 2 y 217, de la Ley de Justicia para Adolescentes, en el artículo 18 de la Constitución Mexicana y en el 26 de la Constitución de Quintana Roo, se establece que, por su edad, al ser menores de 14 años, el par de adolescentes no puede ser sujetos de medidas que les priven de su libertad.
De haber sido mayores de 14 años y menores de 18, al haber cometido un delito grave, los dos adolescentes podrían haber sido remitidos ante un juez y mientras se dicte la sanción, ser llevados al Centro de Internamiento de Chetumal, capital del estado. No es el caso.
La determinación del ministerio público también se fundó en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Niñas y los Niños, que establece que los menores de edad requieren de protección especial, al no haber alcanzado pleno desarrollo físico y mental.
En medio de su dolor, Víctor Pat, padre de la niña de dos años, intenta comprender el razonamiento legal, pero cuestiona:
"¿En dónde está la justicia para mi hija? ¿Esos tratados en qué momento la protegen ante lo que le ocurrió? Lo que estamos pidiendo es que a estos muchachos, no los dejen sueltos, porque mi hija no fue la única víctima y ellos pueden repetir lo que hicieron. Son un riesgo", dice.
El par de muchachos ya no está en Quintana Roo, agrega.
Después de exigir la presencia del presidente municipal, Paul Carrillo, la treintena de madres de familia que protestaron hoy frente al palacio, con arengas y pancartas, se marcharon caminando sobre la avenida Tulum, en el centro de la ciudad, para seguir su protesta en el edificio de la representación del gobierno del estado.