24 de Noviembre de 2024
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Río de sangre en Yemen  

*Atentado a mezquitas deja 137 muertos y 345 heridos

 

*Rama del Estado Islámico se atribuye los ataques

 

Adén, Yemen, (AGENCIAS)

 

Ciento treinta y siete personas murieron y 345 resultaron heridas en cuatro ataques con explosivos en dos mezquitas controladas por los rebeldes en Saná, la capital yemení, en la ola de violencia más fuerte que ha golpeado a este país, informó la televisora Al Masirah.

Este viernes tres terroristas suicidas atacaron las mezquitas repletas de fieles. Los atentados son los primeros a gran escala contra mezquitas frecuentadas tanto por musulmanes chiíes como suníes.

Los ataques tuvieron como blanco dos mezquitas controladas por rebeldes chiíes: la de Badr, en el sur de Saná, y la de al-Hashoosh, en la parte norte de la capital.

Un grupo que dijo ser una rama yemení del grupo Estado Islámico (EI) se atribuyó la responsabilidad de los atentados. El grupo publicó una declaración en línea diciendo que cinco atacantes suicidas llevaron a cabo lo que describió como una "operación bendita" contra las "madrigueras de los chiíes".

La adjudicación no pudo ser confirmada de inmediato de forma independiente y no se ofreció ninguna prueba del papel de Estado Islámico; sin embargo, la reivindicación fue publicada en la misma página web en la que una organización afiliada al grupo extremista en Libia se atribuyó la responsabilidad por el ataque del miércoles en Túnez.

Además, los rebeldes hutíes son enemigos jurados de la poderosa rama yemení de Al Qaeda, considerada por Washington la más peligrosa de las afiliadas a la organización terrorista.

Según Al Masirah, el ataque ocurrió durante las oraciones del mediodía, tradicionalmente la hora de más concurrencia en la semana.

Testigos dijeron que al menos dos atacantes se inmolaron dentro de la mezquita Badr. Uno caminó dentro del recinto y detonó su explosivo, causando pánico entre decenas de fieles que trataron de huir; fue entonces cuando un segundo suicida atacó en medio de la multitud aterrorizada.

Por su parte, un testigo en la mezquita al-Hashoosh dijo que la explosión lo hizo volar dos metros de distancia.

"Cabeza, piernas y brazos de las personas muertas estaban regadas en el piso de la mezquita", dijo Mohammed al-Ansi, agregando que la "sangre estaba corriendo como un río".

Al-Ansi agregó que muchas personas resultaron heridas gravemente por los vidrios que cayeron de las ventanas de la mezquita; recordó haber corrido hacia la puerta junto con otro sobreviviente y escuchar a un hombre gritar: "¡Regresen, salven a los heridos!"

El canal de la televisión chií trasmitió imágenes dentro de la mezquita al-Hashoosh, donde voluntarios utilizaban cobijas ensangrentadas para trasladar a las víctimas. Entre los fallecidos había un niño pequeño. Los cuerpos fueron alineados en el piso de la mezquita y trasladados en camionetas.

Los ataques ocurrieron un día después de intensas batallas en la ciudad sureña de Aden, entre tropas leales al expresidente y al actual mandatario, que dejaron 13 muertos y obligaron a cerrar el aeropuerto internacional.

Los rebeldes chiíes, conocidos como hutíes, descendieron desde sus bastiones en el norte y se apoderaron de la capital en septiembre.

 

En Yemen se encuentra la rama más peligrosa y activa del mundo de la red terrorista Al Qaeda.