24 de Noviembre de 2024
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Maduro quiere más poder  

*El mandatario venezolano solicitó al Congreso una nueva ley habilitante para legislar por decreto

 

*A fin de "defender la paz, soberanía y desarrollo íntegro” del país ante la “amenaza de Estados Unidos”

 

Caracas, Venezuela, (AGENCIAS)

 

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, solicitó a la Asamblea Nacional una nueva ley habilitante para legislar por decreto en medio de la profunda crisis económica y el recrudecimiento de las tensiones con Washington, situación rechazada por la oposición, que señaló al mandatario de tratar de desviar la atención de los problemas del país y buscar apoyos para las elecciones parlamentarias.

Maduro acudió a la sede del Congreso acompañado de sus ministros y el alto mando militar, para pedir poderes especiales a fin de "defender la paz, la soberanía y el desarrollo íntegro de Venezuela ante la amenaza del Gobierno de los Estados Unidos", dijo una sesión especial difundida en cadena de radio y televisión.

Sostuvo que la legislación, que denominó "ley antiimperialista", surgió como una necesidad para tener "poderes constitucionales que me permitan moverme en el complejo escenario que se ha abierto para Venezuela" tras la decisión de Estados Unidos de congelar los bienes de siete funcionarios venezolanos en territorio estadounidense y declarar al país sudamericano una amenaza extraordinaria para la seguridad nacional. El gobernante no precisó la duración de la ley ni los alcances que tendrá.

El mandatario logró en noviembre de 2013, siete meses después de asumir el Gobierno, una primera ley habilitante de un año de duración. Durante ese tiempo promulgó 50 decretos de ley que incrementaron el control del Estado en la economía, crearon el marco de funcionamiento de algunos programas sociales y fortalecieron la normativa de combate a la corrupción.

La solicitud de poderes especiales se da en medio de un complejo escenario económico por una galopante inflación, que cerró el año pasado en 68.5 por ciento; severos problemas de abastecimiento de alimentos, medicinas y otros productos básicos; y una recesión que analistas prevén se agravará por la caída del precio del petróleo, la principal fuente de ingresos del país sudamericano.

Las dificultades económicas y su gestión han golpeado la popularidad del mandatario, que alcanzó en diciembre pasado un respaldo popular de 22 por ciento.

Al respecto, el secretario general nacional del partido opositor Primero Justicia, el diputado Tomás Guanipa, refirió: "Sabemos que es política del Gobierno cuando se acercan fechas electorales, buscar confrontación para aglutinar a su electorado".

Por ello aseguró que Maduro estaría utilizando las tensiones con Estados Unidos para desviar la atención de la crisis económica y cohesionar a sus seguidores de cara a las elecciones parlamentarias previstas para este año.

En este sentido, expresó que una nueva ley habilitante para Maduro es un "peligro para el pueblo", porque sólo buscaría "aumentar el control institucional en el país".

 

Venezuela no está sola: Cuba

 

El expresidente cubano Fidel Castro y su hermano y actual mandatario, Raúl Castro, salieron en defensa de Venezuela y criticaron las medidas tomadas por Estados Unidos, que consideró a la nación sudamericana un peligro para su seguridad.

"Así como Cuba nunca estuvo sola, Venezuela tampoco lo estará", expresó el Gobierno en una nota oficial.

"¿Cómo amenaza Venezuela a Estados Unidos? A miles de kilómetros de distancia, sin armas estratégicas y sin emplear recursos ni funcionarios para conspirar contra el orden constitucional estadounidense, la declaración suena poco creíble y desnuda los fines de quienes la hacen", agregó el mensaje gubernamental.

En tanto, Fidel Castro expresó: "Te felicito por tu brillante y valiente discurso frente a los brutales planes del Gobierno de los Estados Unidos", en una carta al gobernante venezolano, Nicolás Maduro, publicada por los medios de prensa locales.

La declaración de Cuba se produce en momentos en que la isla desarrolla un proceso de negociación con Washington para normalizar las relaciones rotas durante más de cinco décadas, cuando Estados Unidos impuso sanciones económicas y políticas a la nación caribeña, presionando para cambiar su modelo.

 

"Nadie tiene derecho a intervenir en los asuntos internos de un Estado soberano ni a declararlo, sin fundamento alguno, como amenaza a su seguridad nacional", sentenció la nota.