El príncipe Salman asumió la corona luego de la muerte de Abdullah este viernes, anunció la televisión estatal
RIYAD, 22 de enero.- El rey Abdulá de Arabia Saudita, poderoso aliado de Estados Unidos que se unió a los esfuerzos de Washington contra la red terrorista al Qaeda falleció a los 90 años de edad.
El rey Abdulá tiró del peso de su rica nación petrolera con la idea de dar forma al Medio Oriente.
Y aunque el rey mantuvo una alianza históricamente cercana con Washington, hubo fricciones cuando trató de colocar la relación bajo los términos de Arabia Saudita. El monarca se vio constantemente frustrado por el fracaso de Estados Unidos para lograr un acuerdo para el conflicto entre Israel y los palestinos. También presionó al gobierno de Barack Obama para tomar una postura más dura hacia Irán y un respaldo más fuerte a los rebeldes de mayoría suní que tratan de derrocar al presidente de Siria, Bashar Assad.
Su sucesor es su medio hermano, el príncipe Salman, de 79 años, y quien desde hace poco se hace cargo de las responsabilidades del rey Abdulá, según la Agencia Saudí de Prensa.
Abdulá nació en Riyad en 1924, uno de las docenas de hijos del fundador de Arabia Saudí, el rey Abdul-Aziz Al Saud. Al igual que todos los hijos de Abdul-Aziz, Abdulá recibió una educación precaria.
Fue nombrado príncipe heredero a la corona en 1982, el día que su medio hermano Fahd ascendió al trono. La decisión fue apelada por el príncipe Sulán, hermano de sangre de Fahd, quien quería el título para él, pero al final la familia cerró filas con Abdulá para evitar divisiones. Abdulá se convirtió en gobernante de facto en 1995, cuando una apoplejía incapacitó a Fahd, asumiendo oficialmente el trono cuando éste murió en 2005.
Durante su reinado trató de modernizar a Arabia Saudí, uno de los principales exportadores de petróleo. Aunque el reino es extraordinariamente rico, hay profundas disparidades en la riqueza. Abdulá fue un fuerte promotor de la educación.
Con Abdulá las mujeres llegaron por primera vez al Consejo Shura, un organismo no electo que aconseja al rey y al gobierno. Les prometió el voto para las elecciones de 2015 en los consejos municipales, los únicos comicios que se realizan en el reino, y algunas recibieron licencia para trabajar como legisladoras durante su mandato.
En la Universidad de la Ciencia y Tecnología que lleva su nombre, mujeres y hombres estudian juntos, un avance importante donde incluso una charla menor entre personas de diferente sexo puede ser sancionada por la policía moral.
Sin embargo, el rey actuaba cuidadosamente ante los clérigos ultraconservadores, que tienen enorme influencia sobre la sociedad, y a cambio dan a la familia reinante legitimidad religiosa.
En algunos casos, Abdulá respondió: despidió a un importante clérigo que criticó la mezcla de géneros en la universidad. Pero también evitó ir demasiado lejos. Por ejemplo, más allá de permitir el debate en los diarios, Abdulá no respondió a las exigencias para permitir a las mujeres conducir vehículos.
Abdulá tiene más de 30 hijos y alrededor de una decena de esposas.