*Ahora, entre normalistas y padres contra personal castrense
*Exigen a militares abrir instalaciones y presentar con vida a estudiantes desaparecidos
IGUALA, Gro., (EL UNIVERSAL).-
Padres de los 43 normalistas víctimas de desaparición forzada, estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa e integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) irrumpieron en las instalaciones del 27 Batallón de Infantería en esta ciudad, donde se enfrentaron con petardos, piedras y palos en contra de las fuerzas castrenses.
Hasta la entrada del cuartel llegó una comisión de padres para exigir que abrieran las instalaciones, porque –según sus testimonios– es ahí donde se encuentran los normalistas desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre.
Las instalaciones fueron resguardadas por elementos antimotines de la Policía Estatal, así como por una barricada de alambre de púas.
Por medio de un altavoz, las fuerzas castrenses pidieron a los manifestantes que su protesta se realizara con calma, y exhortaron a brindar respeto a las instituciones.
Los llamó a que formaran una comisión para ser escuchados por autoridades federales, estatales y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH): "Estamos abiertos a atenderlos", se les dijo.
Sin embargo, los manifestantes arengaron con el grito de: "Asesinos, asesinos, ustedes fueron quienes se los llevaron".
A este respecto, el vocero de los padres, Felipe de la Cruz, dijo que no sirve de nada la voz de conciliación de los militares, porque fueron ellos quienes dispararon las armas para cegar la vida de tres normalistas el pasado 26 de septiembre durante la agresión.
A pesar de que los padres llamaron a no caer en provocaciones, algunos integrantes de la Ceteg y de la Normal Rural arrojaron piedras con sus resorteras contra los antimotines.
En el enfrentamiento al menos cuatro personas resultaron lesionadas, producto de una guerra de piedras entre militares y normalistas; además, se llevó a cabo una serie de detenciones, entre ellas la de una madre de familia a la cual le dijeron que la iban a cuestionar, y la de un reportero de Telesur, que fue retenido por los militares.
Los hechos ocurrieron como parte del plan de acción de la Asamblea Nacional Popular (ANP); además del Batallón de Iguala, las organizaciones que integran dicha agrupación tomaron simbólicamente los cuarteles de la Marina en Acapulco y el 48 Batallón de Infantería del Ejército, con sede en Cruz Grande.
Sin embargo, en Iguala la campal se desató cuando los normalistas lograron pasar la valla de púas del cuartel, colocando un tráiler de carga que utilizaron como ariete para abrir la puerta del centro castrense.
En un principio, los militares solamente contuvieron a los manifestantes; pero cuando la gresca arreció, intercambiaron proyectiles con los familiares y los estudiantes, quienes a su vez tomaron un camión de cerveza, cuyo producto fue utilizado como proyectil en contra de las fuerzas armadas.
Una patrulla de la Policía Federal que circulaba por el lugar también fue vandalizada, pues a su paso le arrojaron piedras y tubos, reventándole los cristales.
Tras unos minutos de tensión, personal castrense logró replegar a los movilizados, quienes finalmente se retiraron; posteriormente un helicóptero Cougar de las fuerzas armadas sobrevoló la zona, donde sólo quedaron los dos vehículos incrustados en las puertas del lugar, así como decenas de cajas y vidrios de botellas.