22 de Noviembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Olson Joseph le canta al amor desde el Casino Xalapeño

 

 

 

 

 

 

EIRINET GÓMEZ/AVC NOTICIAS

XALAPA

En el patio central del Casino Xalapeño, media docena de parejas se encuentran de pie, algunos se susurran al oído algunas palabras secretas, mientras los acordes de la canción Ya lo sé los acompaña de fondo.

Todo el lugar se encuentra a media luz, las siluetas de las parejas se mecen de lado a lado de manera muy lenta, y parecen casi suspendidas en el aire, hasta que la música concluye y los aplausos brotan.

Así concluyó el concierto Unforgettable Love, un espectáculo musical de casi tres horas de jazz, boleros y blues, que ofreció el cantante y trompetista haitiano Olson Joseph, en el contexto del 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad.

Pero no fue sólo un concierto romántico, sino también una experiencia musical en donde se habló del amor de pareja y sus etapas, de la importancia del amor propio y del amor al prójimo.

A las 20:20 horas comenzó la velada, que significa la reapertura del Casino Xalapaño tras dos años cerrado a eventos públicos por pandemia.

Olson apareció entre el público, vestido de traje oscuro y corbata en el mismo tono, para cantar Killing Me Softly, melodía a la que siguieron: Love Is A Many Splendored, Over The Rainbow, Motivos, Sunny.

Como preámbulo de cada melodía, Olson Joseph contó al público la historia de una pareja –en este caso de Marcos y Yael–, desde el momento en que se conocieron, las promesas de amor que los rondaron, la importancia del amor propio como parte del crecimiento personal que experimentaron, y las formas en que puede evolucionar el amor de pareja.

Así, siguieron canciones, como: Just The Way You Are, durante la cual Olson Joseph subió al escenario a una joven, con un velo de novia.

Y luego, All You Need Is Love, en donde alternó la letra con el público, para luego desaparecer del escenario. Unos minutos más tarde, Olson Joseph regresó al escenario acompañado de la cantante Rosy Gutiérrez, con quien interpretó Unforgettable. Después, ella conmovería a los presentes al cantar Contigo Aprendí.

LA HORA DEL BLUES

A las 21:29 horas, llegó la hora del blues. Olson Joseph ya con un cambio de vestuario –saco azul y pantalón color vino– dijo a los asistentes que cuando se sintieran tristes, o algo anduviera mal, una manera de mejorar las cosas era escuchar un blues.

Y así, comenzó a cantar Happy Blues, mientras caminaba entre el público.

Entre los asistentes a la velada había parejas, mujeres que acudieron con sus amigas, madres o hermanas. Había fans del cantante y los músicos, del jazz y del blues.

Olson Joseph se movía entre ellos con holgura, y hubo lugar para la improvisación con algunos de los presentes que se animaron a entonar una estrofa. Uno de los momentos estelares de la velada ocurrió cuando Edgar Dorantes trajo su piano al centro del escenario para acompañar La vie en Rose y What a Wonderful World, que dieron pie a que Olson hablara de la importancia de abandonar el egoísmo y promover el amor al prójimo.

Fue durante la interpretación de estas melodías que Dorantes hizo un solo de piano que arrancó aplausos del público. Luego, regresó a un costado del escenario, donde volvió a acompañar a Olson con Can´t Take My Eyes Off Of You.

Habían pasado dos horas y media, y aunque el sonido no les hizo justicia a los músicos, el público no se conformaba, y con aplausos hizo que Olson regresara al escenario para cantar Ya lo sé. Ahí fue donde el cantante y trompetista haitiano se sinceró con los presentes y dijo que en realidad la historia de Marcos y Yael era la suya propia.

Y dijo que, así como él había tenido su momento, la noche debía cerrar con un momento para cada una de las parejas presentes en el concierto. Y así fue.

En el patio central del Casino Jalapeño, media docena de parejas se pusieron de pie, y mientras los acordes de la canción Ya lo Sé, se escuchaban de fondo, comenzaron a mecerse de lado a lado de manera muy lenta, hasta que la música dejó de escucharse, y el concierto quedó sellado con aplausos.