Aunque el cambio de estación sucede cada año, las energías del universo se encuentran en movimiento y pueden influir en el plano terrenal
Agencias
México
Cada año podemos ver como las estaciones van cambiando a medida que los meses avanzan, pero una de las fechas claves en el calendario es el equinoccio de otoño, mismo que este año ocurrirá entre el 22 y 23 de septiembre, marcando el punto exacto en el que el día y la noche se equilibran en duración, y aunque esto pueda parecer un simple ciclo natural, en realidad es un momento de profunda transformación energética ya que simboliza el equilibrio perfecto entre la luz y la oscuridad, lo consciente y lo inconsciente, lo externo y lo interno.
Es así como el equinoccio de otoño es conocido como un momento de balance cósmico y ese equilibrio se refleja también en nuestras vidas, ya que astrológicamente coincide con la entrada del Sol en Libra, el signo regido por Venus que simboliza la armonía, la justicia y las relaciones.
Durante esta fase, se nos invita a reflexionar sobre las áreas de nuestra vida que necesitan ajustes, a mirar con honestidad dónde estamos fuera de balance, ya sea en nuestras relaciones, nuestra salud o nuestro bienestar emocional, por lo que es un periodo perfecto para evaluar nuestras decisiones y compromisos, y buscar restaurar la armonía interna y externa.
¿Cómo afectan los ciclos naturales a la energía de los seres humanos?
Los ciclos naturales, como las estaciones del año y las fases lunares, tienen un impacto directo en la energía de los seres humanos. Durante el cambio estacional, las personas experimentan variaciones en su nivel de energía, humor y comportamiento. Por ejemplo, en primavera y verano, la mayor cantidad de luz solar tiende a aumentar nuestra energía y positividad, mientras que el otoño e invierno traen una energía más introspectiva y de descanso, favoreciendo la reflexión interna y la reducción de actividades externas.
Las fases lunares también influyen en nuestras emociones y comportamientos, pues durante la luna llena, es común sentir mayor agitación emocional y actividad, mientras que la luna nueva invita a la introspección y a establecer nuevas intenciones. Este ciclo lunar refleja los procesos de crecimiento personal y emocional que atravesamos, alternando entre expansión y quietud.
El cambio energético durante el equinoccio de otoño
A nivel espiritual, este evento marca un punto de inflexión, pues mientras los días comienzan a acortarse y las noches se alargan, la energía solar que antes dominaba la mitad del año da paso a una fase más introspectiva. Por ello, el equinoccio no solo es una transición hacia el otoño, sino también una transición energética que nos impulsa a mirar hacia adentro, a hacer un balance de lo que hemos cosechado en los meses de luz y a prepararnos para los tiempos de oscuridad que se avecinan.
De la misma forma, el otoño es una temporada que simboliza el proceso de cosecha, no solo en un sentido literal, sino también metafórico, ya que en este periodo las culturas antiguas celebraban la abundancia de la tierra, agradeciendo por las cosechas recolectadas y preparando sus hogares para el invierno. Y espiritualmente, el equinoccio de otoño nos invita a hacer lo mismo: a agradecer por los logros obtenidos, pero también a reconocer lo que debe ser dejado atrás para dar espacio a nuevas oportunidades.
Según astrólogas expertas, conforme los días se vuelven más cortos, nos adentramos en una fase más oscura del año, tanto a nivel físico como energético. Esta oscuridad, sin embargo, no debe ser temida ya que representa una oportunidad para el renacimiento interno, para adentrarnos en nuestros propios paisajes internos y conectar con la sabiduría que reside en la quietud. En este sentido, el equinoccio de otoño no es solo una celebración del equilibrio momentáneo entre luz y oscuridad, sino también un recordatorio de que ambos son necesarios para nuestro crecimiento.
3 rituales sencillos para aprovechar y honrar la energía del equinoccio de otoño
Ritual de gratitud
El equinoccio de otoño marca el fin de la temporada de cosecha, lo que lo convierte en un momento perfecto para reflexionar sobre todo lo que has logrado y agradecer por las bendiciones recibidas. Haz un altar simple con elementos de la naturaleza, como hojas caídas, frutos de temporada (manzanas, calabazas) y una vela; siéntate frente al altar, enciende la vela y tómate unos minutos para meditar sobre todo por lo que te sientes agradecida. Puedes hablar en voz alta o en tu mente, agradeciendo por lo que has recibido, tanto las experiencias buenas como las lecciones difíciles.
Ritual de liberación
Por otra parte, también es un buen momento para soltar aquello que ya no te sirve, como viejas emociones, patrones o creencias limitantes. Para ello, escribe en un papel todo aquello de lo que deseas liberarte, luego quémalo en un pequeño cuenco de fuego, visualizando cómo el humo se lleva esas energías. Este ritual simboliza la liberación y el espacio que creas para nuevas oportunidades y crecimiento.
Meditación de equilibrio
El equinoccio de otoño es un momento de equilibrio entre la luz y la oscuridad, y puedes honrar esta energía a través de una meditación sencilla. Siéntate en un lugar tranquilo y céntrate en tu respiración, visualiza una balanza, con la luz en un lado y la oscuridad en el otro, equilibrándose perfectamente e imagina que tu vida también encuentra ese equilibrio: tus emociones, tus pensamientos y tus acciones se alinean en armonía. Esta meditación ayuda a restaurar tu equilibrio interno y te conecta con la energía de la temporada.
Nota tomada del Heraldo de México