- Entre el 5 y 10 % de la población padece algún tipo como autismo, déficit de atención, parálisis cerebral u otros; no obstante, una atención oportuna permitirá una vida normal
REDACCIÓN
MARTÍNEZ DE LA TORRE
Entre el cinco y el 10 por ciento de la población en general, presenta algún tipo de trastorno del neurodesarrollo, el cual en su mayoría no tiene conocimiento de que lo padece, esto debido a la apatía o negación para aceptar que se tiene algún padecimiento que afecta la salud mental, y en consecuencia el desenvolvimiento en el entorno que le rodea.
Entrevistada al respecto, la doctora Andrea Consuelo Pérez Manterola, Médico Neurocientífico, manifestó que de acuerdo al Manual de Diagnóstico y Atención de los Trastornos Mentales existen varios tipos de trastornos, entre los que destaca el Espectro Autista, Déficit de Atención, Parálisis Cerebral, Trastornos de aprendizaje, entre otros más que usualmente llegan a afectar muchas áreas del cerebro como el aprendizaje, lo cognitivo, la atención, motora, sensitiva, y más.
Síntomas visibles desde los 2 años
Dichos trastornos pueden empezar a identificarse desde la edad de los dos años, toda vez que desde el año y medio los niños empiezan a caminar, hablar, expresarse, y al no registrar un comportamiento normatípico, que son las actitudes estándar a esa edad, puede ser una señal para que los padres de familia busquen la ayuda de un especialista para ayudar a sus hijos a adaptarse al entorno que les rodea.
“Desde que los padres empiezan a notarlo, ya que son los de primer contacto, primer diagnóstico, hay que actuar; al tardarse más, es más difícil poder quitar esos síntomas, las terapias ocupacionales y algunos tipos de medicamentos que se llegan a dar en esos trastornos son para disminuir los síntomas a fin de que el paciente llegue a tener una mejor calidad de vida, y puede ser más independiente”, manifestó la entrevistada.
Si bien, dijo, los rasgos o síntomas no suelen ser muy notorios como es en los casos de Síndrome Down, si hay acciones que llegan a llamar la atención, como el que el niño se encuentre de puntitas; que suela ordenar las cosas por color o por tamaño; que sea muy hiperactivo, un niño sin control, sin respeto del orden o que se distraiga mucho.
Resistencia de los padres a reconocer los síntomas
Lamentablemente, externó, muchas veces como padres confunden este tipo de situaciones como la falta de límites, o hábitos hereditarios, e incluso llega a decirse “yo era así de chiquito, por eso así es él”, y se deja pasar, sin tomar en cuenta que a futuro puede traer consecuencias desfavorables en su etapa de adolescencia, juventud e incluso adultez, pues muchas de las veces suelen sufrir discriminación, burlas, acoso, que le traerán consigo rasgos depresivos, ansiosos y hasta llamadas de atención al no poder acoplarse al entorno en el que se encuentran.
Y es que a decir de la especialista, pese a los programas y difusión que se ha hecho entre la población para ser más empáticos con este tipo de situaciones, aún prevalece la discriminación y rechazo por parte de la sociedad a quienes padecen este tipo de trastornos; e incluso al interior de la familia, hay resistencia a aceptar que se puede estar padeciendo algún trastorno y que hay que buscar ayuda profesional.
Ayuda oportuna, vida normal
La entrevistada dejó en claro que sólo con la ayuda profesional necesaria, podrá lograrse un desarrollo normatípico.
“Una atención precoz hará posible que ese niño a futuro sea una persona independiente, podrá llegar a ser un profesionista, se puede casar, trabajar, tener una vida normal, no va a depender de nadie; pero al no hacerlo, los papás siempre estarán con la preocupación de que su hijo no podrá sobrevivir sin la ayuda de alguien más”
¿Cuáles son las causas?
Las causas, dijo, pueden ser múltiples, van desde prenatales, perinatales y pos natales, también hay las hereditarias, si traen el gen, pueden llegar a presentarlos de manera muy leve; pueden ser congénitos, por alguna mutación de algún cromosoma; o perinatales si la mamá tuvo alguna infección o si estuvo expuesta a pesticidas, organicidas, que se haya caído o haya sufrido algún tipo de depresión, haya tomado pastillas que no debió tomar en el embarazo; e incluso si cuando nace el niño ya sea por vía natural o cesárea y le falta oxígeno también puede afectarle; además están también las causas ambientales; de ahí la importancia de llevar un control en todo el embarazo.
¿Cómo ayudarlos en casa o escuela?
Dependiendo del trastornos del neurodesarrollo, es como debe apoyarse al niño; si se trata de un déficit de atención, el niño se va a distraer mucho, se le dificultará aprender, por lo que hay que buscar la forma en que se le facilite asimilar el aprendizaje, ya sea mediante colores, formas u otra estrategia que capte su atención.
Con niños autistas, cuando registran una crisis, a veces los padres o maestros suelen regañarlos, les dicen que están en un lugar público y les piden que se comporten, sin embargo hay que dejarlos porque ellos están regulándose, ya que suelen ser muy hipersensibles con el ruido, ellos escuchan los sonidos desde los pajaritos, los coches, los murmullos, y necesitan regularse; hay algunos que no escuchan bien y requieren que les hablen más fuerte.
Quienes presentan parálisis, dijo, hay que enseñarles cómo mover la mano, como sentarse, como comer; y quienes presentan convulsiones, que suele tratarse de quienes presentan epilepsia, hay que estar pendientes de los síntomas que registran antes de que llegue una crisis, como es dolor de cabeza, si ve lucecitas, si escucha un zumbido, dolor de abdomen o taquicardia, y de ser así, hay que darles la atención.
Padres deben contribuir
Afortunadamente, dijo, hoy en día es más fácil conseguir ayuda de un especialista, quienes de inicio deberán aplicarles ciertas baterías, observarlos y a partir de ahí, solicitar algún estudio que determine que tratamiento aplicar. No obstante, dijo, la participación de los padres es fundamental en cualquier tratamiento, pues ninguna terapia funciona si los papás no cumplen con el otro 50% del tratamiento.
Finalmente llamó a los padres de familia a no ignorar cualquier síntoma que detecten en sus pequeños, por mínimo que sea, y acudir de inmediato mínimo a una consulta, plática o sesión, en la que se les pueda orientar o descartar si se requiere ayuda profesional o no, para su pequeño. En el caso de ella, la pueden localizar en Martínez de la Torre, en la avenida Ávila Camacho, a un costado de conocida pizzería, muy cerca de Cruz Roja, en donde se les podrá dar una atención precisa y especializada.