Sin duda, Paz nos proporcionó una visión para comprender los elementos de nuestra identidad nacional, para repensar la historia de México, pero sobre todo para asumir nuestra responsabilidad contemporánea, añadió.
En la presentación, también aseguró que “nuestro Nobel de Literatura dialogó con culturas, lenguas y civilizaciones y acercó a los mexicanos la sabiduría e inmensidad cultural de países lejanos, como India o Japón, al tiempo de posicionar a México ante el mundo a través de su palabra hecha idea, argumento y poesía; e impulsó el arte como la manifestación creadora del genio humano”.
En esencia, explicó, Paz fue un alma universal y “como intelectual y servidor público fue un hombre valiente y vertical que criticó los abusos del poder y su ejercicio autoritario, que defendió sus principios y nunca tuvo temor a navegar contra la corriente… y jamás sucumbió ante las ideologías que en nombre de la libertad colectiva oprimían las libertades individuales”.
Además, aseguró que Octavio Paz también fue un destacado integrante del servicio exterior mexicano “y hoy con su obra sigue siendo uno de los más grandes embajadores de México”.
Y recordó que en el mes de septiembre se montará una magna exposición en el Palacio de Bellas Artes con obras de artistas nacionales y extranjeros sobre los que Octavio Paz escribió páginas memorables, como Rufino Tamayo, Marcel Duchamp, así como de otros surrealistas y abstractos estadunidenses.