Ciudad de Mexico.- La producción de libros del sector privado en México durante 2016 cayó en un 5.2 respecto a 2015, mientras que la producción para la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, cayó un 8%, lo que convierte este al peor desde 2012.
"Es el año con mayor caída en los últimos cinco, el más bajo que habíamos tenido era en 2014 con 141.4 millones de ejemplares y hoy estamos en 137.5 millones, hay una variación porcentual de 5.2% menos, que no podemos celebrar, nos preocupa muchísimo", señaló Carlos Anaya Rosique, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), al dar a conocer las estadísticas producción editorial de 2016.
El editor informó que en 2016 la industria editorial produjo 277.3 millones de ejemplares, de los cuales el sector aportó 137.6 millones, y 42 millones y medio de esos fueron vendidos a Conaliteg para el programa de libros de texto para secundaria, para inglés y programa de bibliotecas.
"Destacamos que el 66% de la producción se hace exclusivamente para ser distribuidos a través de un canal cerrado: las escuelas de educación básica. Esto implica que sólo la tercera parte de los materiales producidos llegan al mercado de consumo abierto, es decir, solamente 95 millones de ejemplares", afirmó Anaya Rosique.
Por su parte en términos de comercialización también hubo un decremento de 6.3%, sin embargo. Además también señaló que sólo el 7% de la producción de libros en México fue de venta al extranjero, por debajo del 10% que se vendía en 2013.
"Desde 2013 se han presentado reducciones en la facturación anualmente. Este desempeño ha generado una tasa de crecimiento compuesto de -.093%, ejemplares vendidos del 2006 a 2016. En los últimos diez años, la distribución de ventas de ejemplares ha cambiado dando espacio cada vez más preponderante a la edición para educación básica", señaló el editor.
También él fue el encargado de solicitar que las librerías se beneficien con el mismo régimen fiscal de impuesto al valor agregado de la industria editorial en particular, es decir, pidió que las librerías puedan pasar de la categoría de exento a la categoría de tasa cero que redundaría en beneficios para un mayor impulso y diversidad.
"Para los que entendemos como diversidades mejor contar con 300 títulos que venden mil ejemplares cada uno que un título que vende 300 mil ejemplares. También es mucho mejor tener 300 pequeñas librerías dispersas por todo el territorio y que compitan por su diversidad y servicio, que tres grandes en una, dos o tres ciudades que compitan con el descuento y se concentren en los títulos de mayor venta eliminando al resto", dijo que esta es una propuesta que llevarán al Legislativo.
Y justo ahí mencionó la iniciativa de modificaciones del artículo 26 de la Ley para el Fomento de la Lectura y el Libro donde plantean en un primer momento que se reduzcan de 18 a 12 meses la vigencia del precio único del libro, lo que vuelve completamente inoperante la Ley.
Entre trámites y el resto del proceso por lo menos hay tres meses para que un libro llegue a la librería, y esto deja que la operación del precio sea solamente de nueves meses, eso vuelve inoperante.
Fuente: El universal