Ciudad de México. El escritor y politólogo italiano Giovanni Sartori estuvo en México cerca de 20 veces, dijo en 20015. En una de ellas, en octubre de 2003, habló sobre la política en América Latina, y México no fue la excepción.
Sartori habló en la presentación de "¿Qué es la democracia?" sobre el peligro que enfrenta Latinoamérica, pero comentó que de todas las naciones del continente, México "es el país más sólido democráticamente".
El politólogo hizo su comentario debido al triunfo de Vicente Fox en el año 2000. Agregó que "aunque el Partido Revolucionario Institucional (PRI) gane en las próximas elecciones presidenciales, la democracia seguirá afianzada".
En esa ocasión hizo énfasis en que la democracia en América Latina siempre ha estado en una posición difícil y que en ella los gobiernos militares no tienen cabida.
En 2015 el pensador recibió la Orden Mexicana del Águila Azteca, la más alta distinción que el país entrega a extranjeros por sus servicios prominentes prestados a la humanidad.
En esa ocasión habló con EL UNIVERSAL sobre la situación en el mundo y recordó que colaboró en un proyecto de reforma en la Constitución, junto con Jorge Carpizo y que no tuvo consecuencias concretas.
Sartori habló sobre el crimen organizado y detalló que para combatirlo "debería ser aplicado el código militar, que contempla el fusilamiento, porque se trata de una auténtica guerra y porque los narcotraficantes pensarían dos veces antes de seguir delinquiendo".
Agregó que si bien esas medidas serían insuficientes, ayudaría porque se vive en un contexto de guerra.
Sobre la corrupción en México y América Latina dijo que en su opinión se deben aumentar las penas para ese delito y aislar a sus responsables incluso en la cárcel. Sin embargo no sólo se debería hacer con los mafiosos, sino también a los políticos que no son una categoría extra ley.
Apuntó que se necesita voluntad y valor político para erradicarla, sobre todo, "porque en ocasiones los que deben tomar ese tipo de decisiones también son corruptos, lo cual afecta enormemente el funcionamiento fisiológico de un Estado democrático".
Fuente: El Universal