Agencias. ciudad de México. El Museo Jumex, ubicado al Poniente de la Ciudad de México, presentará por primera vez en América Latina una muestra individual del pintor minimalista Robert Ryman. La exposición, que inicia el 4 de marzo y concluye el 30 de abril, se compone de 24 piezas abstractas que exhiben una retrospectiva desde los años 50 hasta finales de 1990 en la trayectoria del artista, elegido vicepresidente de artes de la American Academy of Arts and Letters de Nueva York en 2003.
La curaduría de la muestra, realizada por Courtney J. Martin, evidencia el trabajo del pintor con materiales desafiantes, como la pintura en aluminio o en porcelana horneada sobre paneles de cobre. Además, presenta también los límites de la plástica propuestos por Ryman al exhibir piezas tridimensionales que juegan con múltiples escalas y texturas más allá del tradicional carácter de la pintura en general.
"Tenemos que ver a todas sus piezas como pinturas, porque solemos pensar en dos dimensiones y no consideramos otras posibilidades; esa insistencia que tiene Ryman nos obliga a entrar en la discusión para preguntarnos ¿qué más puede ser una pintura?, incluso si a primera instancia no reconocemos una pieza como tal", expuso la curadora durante el recorrido inaugural.
Los materiales donde están instaladas las pinturas, los sujetadores que sirven para sostener algunas obras e incluso varios muros en los que se encuentran colocadas también fueron pensados por el artista para formar parte de las obras. Es así que elementos como la madera, el papel, la pintura o diversos tipos de vinilo componen un maridaje armónico condensado de formas distintas en las piezas.
En las obras de Ryman, galardonado en 2005 con el Praemium Imperiale de Pintura de Japón, predominan en apariencia los tonos blanquecinos, sin embargo, esto es resultado de una composición que experimenta con múltiples capas y colores de pintura, con el principal objetivo de darle importancia a luz natural para que muestre cierto mestizaje de ritmos y densidad, en juegos que hacen eco con la afición de Robert Ryman por el jazz y por la música de John Coltrane en especial.
En ese sentido, Courtney J. Martin explicó que la disposición de las salas en el museo es fundamental, ya que los trabajos de Ryman nos obligan a mirar no solo la superficie de la pintura de forma aislada sino aquello que le rodea también. Es así que los espacios interactúan con la luz natural que entra por las ventanas de las salas para apreciar los relieves y colores no evidentes a primera instancia en cada pieza.
La muestra, presentada previamente en Dia: Chelsea, Nueva York, incluye obras de The Greenwich Collection, Ltd., La Colección Jumex y diversas colecciones privadas.
Fuente: El Universal