Agencias. Ciudad de México. El mezcal es abrazo o demonio. Ciertos días es ambos. Eso me han enseñado las noches de mezcal en Oaxaca. Enardece los espíritus y produce visiones soñadas, transporta al éxtasis o al olvido y a un estado de embriaguez que no necesariamente es negativo. A veces también cura y da respuestas. Otras más te quedas vacío como las jícaras y vasos de veladora que terminaste en incontables horas para llenarte de nuevo con sorbos, charlas y días. Hace bailar a las personas y fluir a las palabras.
Todo eso y más sucede en espacios muy especiales en el centro de la ciudad de Oaxaca, como La Mezcaloteca (Reforma 506) e In Situ (José María Morelos 51), mezcalerías únicas para el conocedor de este destilado. Marco Ochoa, Ulises Torrentera y Sandra Ortiz son especialistas que cuidan su buena difusión desde hace años, antes del boom en otras ciudades. Ellos marcaron un antes y un después en México para la valoración del mezcal, su estudio, conocimiento y degustación. Pero, además de ese valioso par, el destino cuenta con nuevas opciones, donde la música, la comida y el ambiente acompañarán la experiencia de la vida nocturna. Traza tu ruta mezcalera y ¡salud!
Casa Estambul
Resulta curioso saber que en otras épocas la calle de Allende en el Centro Histórico alojaba a las llamadas “casas non santas” para el placer carnal y erótico, como lo cuenta la periodista Arcelia Yañiz en su artículo “La vida nocturna en Oaxaca”. En esa calle encontrarás esta casona que es bar y restaurante, donde podrás comer o cenar, ver una exposición o tomar unos tragos por la noche. Los puristas quizá no soportan la idea de un mezcal mezclado, pero aquí los encontrarás, además de que hay oferta para los que no son adeptos a este destilado. Hay al menos 15 marcas de mezcales y de siete a 10 selecciones de la casa. Para comer hay esferas de queso de prensa de Pinotepa Nacional, torta de cecina con frijol en pan amarillo y más.
En términos del espacio, el mural al centro del salón principal es obra de los artistas Toño Camuñas y Jerónimo López, Dr. Lakra, quien también creó los mosaicos de los pisos en los cuales la suástica, en diferentes representaciones como olas y estrellas, es el signo elegido en su connotación original (antes de representar lo obscuro del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial era usado para la buena suerte en casi todas las culturas del mundo miles de años atrás).
Fuente: El Universal