En 200 kilómetros del desierto de Chihuahua, dentro de un área que comprende desde los municipios de Ojinaga, frontera con Estados Unidos, Coyame del Sotol y Aldama, se descubrieron dispersas 17 áreas con muestras de fósiles que podrían precisar los límites del mar durante el periodo cretácico en esta región de la Tierra, hace 95 millones de años.
“La mayoría de los fósiles localizados son marinos y corresponden a animales invertebrados: diversas especies de conchas, caracoles y ammonites. Sus antigüedades van de los 70 a los 95 millones de años. Se encuentran entre los sedimentos excavados desde Aldama y se hacen más representativos conforme se avanza a Ojinaga”, explica el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ente encargado de los hallazgos, en un comunicado.
En una de las áreas con fósiles, hacia el centro de Chihuahua, se descubrieron “fragmentos del metatarso de un dinosaurio hadrosaurio y cerca de los huesos, madera fosilizada”. Ambos son de la misma antigüedad que los especímenes marinos: es muy probable que la madera y los restos óseos de hadrosaurio correspondan a un paleoambiente de playa o delta.
Los descubrimientos son resultado de recientes trabajos de prospección arqueológica que lleva a cabo el INAH en 222 kilómetros de desierto en los municipios de Chihuahua, Aldama, Coyame del Sotol y Ojinaga, con motivo de la introducción de un gasoducto, informó el director del Centro INAH-Chihuahua, Jorge Carrera Robles.
Especialistas del instituto levantaron el registro de los materiales hallados durante la obra. Enrique Chacón Soria, investigador del Centro INAH Chihuahua, explicó que se trata de pequeñas áreas aisladas con muestras de material que hasta el momento no constituyen localidades paleontológicas formales, por eso hace falta más investigación que permita establecer sus dimensiones.
“Los vestigios indican que la parte del desierto donde se localizaron los restos de dinosaurio y la madera fosilizada sería la orilla del mar, porque de ahí hacia Ojinaga todos los fósiles son invertebrados que habitaron en el fondo marino”, señaló.
Según Chacón, en una de las áreas se descubrieron restos de fauna del Pleistoceno: fragmentos de huesos largos y vértebras de caballo y camello prehistóricos de entre 12 mil y 14 mil años de antigüedad.