Luego de 12 días en los que se realizaron más de mil 525 actividades —presentaciones de textos, mesas redondas, conciertos y lecturas en voz alta— cerró la edición 37 de la Feria Internacional del Libro de Minería con una asistencia de 152 mil personas, con ello se superó la cifra de 2015, la cual fue de 149 mil visitantes, según señaló su director Fernando Macotela.
Aunque es una cifra preliminar, el funcionario reconoció el incremento respecto al año pasado cuando bajó un cinco por ciento en comparación con 2014.
En los pasillos del edificio construido entre los siglos XVIII y XIX por el arquitecto Manuel Tolsá, la presencia de los jóvenes fue constante, mientras los adolescentes avanzaban por los stands en grupos de tres o cuatro integrantes observando los ejemplares, buscando las novedades de sus youtubers favoritos o tomándose selfies, los niños acompañados de sus padres perdían el temor a los libros voluminosos.
A 400 años del fallecimiento de Miguel de Cervantes, están apilados en una esquina los ejemplares de El Quijote de la Mancha. Un adolescente le pide a su papá que se lo compre “nunca había visto uno tan grande, es el original”, implora; el padre lo levanta: “cuesta 890 pesos”… avanzan unos pasos y luego de reflexionarlo por unos segundos se escucha el tan esperado “ya, llévatelo”, lo que provoca una sonrisa.
Y es que el Ingenioso Hidalgo no pierde vigencia, en el último día de la feria fue motivo de la charla Las andanzas de El Quijote ofrecida por el académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, Luis Alfredo González Moralez, ante decenas de asistentes dijo: “es un personaje que ya se hizo hasta adjetivo, porque es alguien que actúa sin pensar, abrupta de tal forma que se enfrenta a gigantes y a sus propios demonios; es alguien que los va a vencer pero su realidad lo sitúa en esta situación de no poder comprender el mundo.
Agregó: “También siempre está feliz y que ve las cosas de manera adecuada, es una persona cándida, amable, enamorada, llena de vida que no importa su edad, que todos quisiéramos ser”.
Las nuevas generaciones: un público clave del evento. Macotela reconoció que esta vez “aumentó la presencia de niños, traídos por sus padres y los adolescentes” se han vuelto una comunidad muy cercana a esta fiesta, se les ve tanto en las presentaciones de libros y mesas redondas como Indexación de artículos en la red, en la que descubrieron la forma en la que se preservan los archivos digitales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El estado invitado de 2016 fue Chihuahua y en su stand los títulos comprendieron temas que fueron desde lo agropecuario, la naturaleza, el arte, la violencia y los estudios sociológicos, todos ellos libros del septentrión, como rezaba su slogan.
Paola Castillo, autora de esa entidad, presentó su poemario Color etéreo en el pabellón, el texto está formado de “pinceladas de muchas cosas vividas desde la época de mi adolescencia” transcurrida en la sierra de Ignacio Zaragoza.
Gisela Franco, coordinadora del programa editorial de Chihuahua, explicó que el “resultado de este feria fue muy exitoso, debido a la gran cantidad de personas que visitaron nuestro pabellón y que se tradujo en ventas”.
Los asistentes no querían dejar escapar a la FIL de Minería, en el auditorio seis acudieron a la conferencia El feminismo en México, otros espacios acogieron las presentaciones del los libros País y paisaje, Ideología delito y pena, La orden del mercado; los talleres Arte paquimé, Pintura en manta y el concierto de la Tuna de la Facultad de Ingeniería, entre otros eventos.
El año próximo la edición 38 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería se realizará del 15 al 27 de febrero de 2017 y el estado invitado será Quéretaro que dedicará su participación al centenario de la Constitución mexicana.