En el penúltimo día de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, en el que los jóvenes conformaron el gran parte del público asistente y los niños quedaban asombrados con cuadernos que al abrirse dejaban escapar un castillo o un dragón, la Sala de Firmas del recinto se convirtió en un espacio para la poesía: “ésta es comunión, nos permite acercarnos y está en todas partes, incluso dentro de ella misma”, expresó Vladimir Rothschuh, autor del libro Alegoría del deseo.
El texto, editado por la Secretaría de Cultura federal, reúne 36 ensayos sobre el trabajo de reconocidos poetas mexicanos y de otras nacionalidades, entre ellos Ramón López Velarde, Efraín Huerta, Octavio Paz, Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Arturo González Cosío, Eduardo Lizalde, Jorge Luis Borges, Cristóbal de Castillejo y Rubén Darío.
Mireya Vega, subdirectora de la Colección Periodismo Cultural a la cual pertenece este ejemplar, señaló que “Vladimir en su papel de comunicador explora, los distintos caminos de la creación poética por medio de la radiografía atemporal que camina entre los escritores consagrados y la vanguardia actual”.
Las creaciones de María Eugenia López Brun, Enrique Lihn, Vicente Aleixandre, Salomón de la Selva, Eduardo Carranza, Joaquín Pasos, Marco Antonio Montes de Oca, Margarita Michelena, Fernando Pessoa, Pablo Antonio Cuadra, Jaime García Terrés, Álvaro Mutis, también son objeto de análisis del crítico.
Rothschuh que construyó ensayos sobre la obra de esos autores y los publicó en los años 80 en diversas revistas y suplementos culturales, destacó que “toda poesía es social”. Esta premisa hace que “se haga a un lado la idea del genio y va más allá de la crítica referencial con lo que da pie al debate en torno a la poesía”, manifestó.
Dedicó parte de la presentación a hablar de personajes como el centenario Rubén Darío y la poesía de este momento.
“Rubén Darío fue un éxito gracias a las nuevas tecnologías, el barco de vapor, la comunicación por cables y los periódicos. Ahora los libros digitales logran romper con el editor, los críticos y los grupos de poder, así la gente está conectada directamente con la poesía”, señaló Rothschuh.
Para el escritor recomendar un poeta de estos días es algo complicado “la poesía siempre es actual”.
En ese sentido dijo: “Lope de Vega era como un Kardashian de su época, era una celebridad; era guapo, joven, inteligente, tenía dinero. La gente tenía retratos de él en la sala de su casa, Miguel de Cervantes era mucho mayor que él y le dio a el libro (El Quijote) para que se lo prologar, pero Lope le dijo que era pésimo y fue de ahí que emanó el odio entre los dos autores”.
Al hacer un recorrido sobre las aportaciones de los autores a la poesía destacó que Allen Ginsberg fue el primero “en su poema Aullido donde resalta los derechos de los gays, mientras que los autores ingleses siempre se han preocupado por la naturaleza, Thomas Gray es un ejemplo de ello. En el periodo del Rey Juan se redactó la primera ley ambientalista”.