Robert Darntonel: el libro, cada día más fuerte

CIUDAD DE MÉXICO, 16 de octubre.- “No hay contradicción entre el libro impreso y el libro electrónico, no están en guerra, sino que se complementan mutuamente”, aclara Robert Darnton (1939), uno de los más prestigiados historiadores del libro y la lectura.

El estudioso estadunidense, quien dictó ayer una conferencia magistral en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM, durante el segundo congreso internacional Las edades del libro, afirma en entrevista conExcélsior que está convencido de que el libro “lo está haciendo muy bien en la actualidad”.

El doctor en Historia por la Universidad de Oxford considera que la aparición del libro electrónico y el formato digital ha sido toda una revolución. “Lo que ha pasado a partir de esto es tan revolucionario como la invención de Gutenberg (la imprenta de tipos móviles moderna, hacia 1440). El resultado es que ha habido una expansión del mundo de los libros, se ha vuelto más diverso y más rico”.

Agrega que hoy en día es posible producir un libro tradicional, y también uno electrónico del mismo título. “Así, lees el libro y luego escuchas canciones en internet o ves videos. Esto no ha afectado al libro impreso, incluso cada año se publican más libros en formato impreso que el año anterior.

“Entonces hay un problema de falsa conciencia. La gente me dice con frecuencia que el libro está muerto, que las bibliotecas están fuera de moda. Eso es absurdo. Sin embargo, no quiero decir que todo es fácil”, añade.

El también egresado de la Universidad de Harvard, cuya biblioteca dirige desde 2007, advierte sobre ciertos retos que se deben enfrentar. “Por ejemplo, creo que las editoriales independientes están amenazadas y, ciertamente, un servicio como Amazon ha causado y causará mucho daño a los editores independientes. Es verdad que Amazon provee buenos servicios, pero el mundo de los vendedores de libros es un intermediario cultural y ese papel está siendo amenazado”.

Dice que también ha descubierto que el buscador Google puede ser una amenaza. “Google trató de crear una biblioteca comercial usando los libros de Harvard y no estuvimos de acuerdo. Pensamos que debíamos tener una biblioteca digital de libre acceso para el público en general y la creamos hace un año, ya tiene ocho millones de libros, es la Biblioteca Digital Pública de Estados Unidos. Así, tenemos grandes posibilidades de acercar nuestro legado a la gente de diversos países”.

El catedrático de la Universidad de Princeton desde 1968 dice que ve tanto dificultades como posibilidades en el mundo del libro.

“Y no sabemos qué pasará dentro de 20 años, la tecnología cambia tan rápidamente que sería absurdo pretender que sabemos lo que va a pasar, pero el libro tiene gran poder.”

Se congratula de que todavía exista ese objeto inventado alrededor del año del nacimiento de Cristo, al cual se le podían dar vuelta a sus páginas.

“Es una máquina maravillosa, una de las más grandes invenciones de todos los tiempos y ahora se sigue fortaleciendo. Creo que el libro impreso irá hasta donde podamos alcanzar a ver, pero al mismo tiempo vamos a tener nuevas maravillas electrónicas.”

Robert Darnton señala que el formato digital ha trasformado no sólo la forma de leer, sino la de escribir, editar y vender libros. “La lectura es fundamentalmente distinta cuando la haces en una pequeña pantalla. Nuestra mente trabaja diferente cuando absorbe esta información. La ciencia del cerebro está apenas en sus inicios al respecto. No sabemos qué pasa realmente cuando leemos un libro normal o un libro electrónico”.

El experto en el siglo XVIII francés explica que “hay toda una literatura que dice que nos estamos haciendo más estúpidos porque leemos pequeñas frases, como los twitts. No creo eso. Puedes pensar que soy un poco ingenuo y optimista, pero yo quiero pruebas, y una de las cosas que hemos aprendido en esta nueva disciplina, a la que llamamos Historia de los Libros, es cómo la gente leía en el pasado, leían de formas muy diversas y la diversidad de la lectura era importante en las culturas ricas”.

El pionero en este campo es un férreo defensor de la lectura lenta, porque piensa que de esta manera se disfruta realmente. “Creo que es posible que la gente lea superficialmente por placer en pantallas, mientras se sienta en la playa o va en el Metro y eso funciona muy bien. Y para una lectura más profunda, el libro impreso está mejor adaptado, presenta posibilidades para una lectura más intensa y creativa”.

Sobre cómo recuperar el placer por la lectura en una sociedad acelerada como la moderna, indica que “la gente necesita tiempo para el ocio, para hacer nada, para reflexionar, mirar a su alrededor y para disfrutar la vida”.

El autor de Edición y subversión. Literatura clandestina en el Antiguo Régimen y El beso de Lamourette. Reflexiones sobre historia cultural acepta que internet se ha convertido en un nuevo poder.

“Es complicado, porque al principio pensábamos que iba a ser sólo la libertad y ahora vemos intereses comerciales que quieren dominarlo. Existe tanto el peligro del monopolio y de la comercialización como la posibilidad de la democratización. Y las dos están en guerra. Espero que México tenga éxito en usar el internet para la democratización”, dice.

Por lo pronto, el investigador que hoy recibe un homenaje de su editorial en español, el Fondo de Cultura Económica, lanzó hace un mes su sitio web.

“Tiene cientos de documentos, tal vez 50 o más de mis artículos, mapas, imágenes. Es un intento de recrear el mundo del libro en el siglo XVIII, pero la creación es electrónica y libre para todos. Esta es una forma de comunicar las investigaciones que empecé en 1965 a los jóvenes que no pueden ir a los archivos.”

Finalmente, Darnton adelanta que trabaja en el análisis de estampas biográficas de vendedores de libros en el siglo XVIII, incluyendo a gente humilde. “Tengo el diario de un vendedor viajero de 1778. Se subía en un caballo y recorría toda Francia durante cinco meses. Hizo una especie de investigación de mercado y es tan rico que puedes seguir la vida del librero a nivel de la calle”.

Concluye que se siente halagado y conmovido por el homenaje “intenso y concentrado” que le rinden hoy diversos estudiosos mexicanos, quienes analizan su legado.

Homenaje a Darnton