CIUDAD DE MÉXICO, 15 de octubre.- “Muy tranquilo y con pocas ventas”. Así han transcurrido los primeros cinco días de la XIV Feria Internacional del Libro en el Zócalo, que exhibe hasta el próximo domingo la oferta de más de 350 editoriales, afirma Alejandro Álvarez, encargado del stand de la Librería Gandhi.
Con cinco mil ejemplares en exhibición, el módulo de Gandhi ha sido poco visitado, “por lo que las ventas han sido pocas en comparación al año pasado. Claro, ha influido que no es quincena y esperamos que levanten las ventas”, detalla Álvarez.
“Estamos muy amontonados. Redujeron el tamaño de los stands y, como no tienen copete, no nos ven. Hay menos módulos, porque se habilitó un área para la exposición de fotografías y ahora ni baños nos pusieron”, agrega inconforme con el diseño del encuentro librero que el año pasado recibió a un millón 200 mil visitantes.
Quien ha coordinado el stand de Gandhi los últimos seis años en la Plaza de la Constitución dice que, de las ventas que ha habido, lo más buscado han sido los títulos del colombiano Gabriel García Márquez, los tres tomos de Los juegos del hambre, de Suzanne Collins, y Bajo una misma estrella, de John Green.
Sin embargo, a los editores no les está yendo nada mal. César Silva, coordinador de Ferias de la UNAM, admite que el arranque de esta edición ha sido bueno, a pesar de no ser quincena. “El fin de semana vendimos unos 500 ejemplares. No se compara con el año pasado, cuando la FIL se pospuso unos días y enfrentamos diversos contratiempos”.
La UNAM exhibe unos mil 900 ejemplares y ofrece 25 por ciento de descuento en los libros coeditados, y 50 por ciento de descuento en el acervo propio. Silva recomienda dos novedades que están recién salidas de la imprenta: 200 años del Palacio de Minería. Su historia y Los colores del nuevo mundo, de Diana Magaloni.
Y Monserrat Jácome, encargada del local de Alfaguara Infantil y Juvenil, que participa por primera vez en esta feria que se extiende en una superficie de siete mil 920 metros cuadrados, añade que les ha ido “muy bien”, debido al programa de fomento a la lectura que imparten los talleres de la feria, en los que se leen los libros en voz alta.
“Los papás y los niños se entusiasman y vienen directo a comprar los libros que acaban de escuchar. Además, tenemos varios títulos de línea escolar. Hemos vendido unos 500 títulos, entre los que destacan Charlie y la fábrica de chocolate y Matilda, de Roald Dahl, y los de la serie Natasha, de Luis Pecetti”, detalla Jácome.
La música era la constante ayer en la FIL del Zócalo. Los foros José Emilio Pacheco y José Revueltas lucían atiborrados de gente que se quedaba a escuchar a los diversos grupos que se presentaron a cada hora.
Con el mayor presupuesto de su historia, unos 18 millones 436 mil pesos, y con una oferta de 750 actividades culturales, este encuentro se ha instalado ya en el gusto de los capitalinos. “Venimos cada año. Nos gusta traer a los niños. La pasamos bien y la verdad encontramos libros desde 25 pesos”, señala Lorena García, una universitaria que recorre con su esposo los 292 módulos en busca de tesoros escondidos.
Este año, la feria librera del Zócalo posee tres sedes alternas para algunas actividades culturales, pero no presentan exhibición de libros: el Museo de la Ciudad, el Antiguo Colegio de San Ildefonso y el Museo del Estanquillo. En el primero habrá conciertos hoy y mañana, a las 19:00 horas, y en el último dos lecturas de poesía este viernes de 16:00 a 18:00 horas.
Los editores preparan descuentos únicos para la Venta Nocturna que planea realizar la FIL del Zócalo este viernes 17 de octubre. “Esperamos que esta venta caliente los últimos tres días de la feria y que el próximo fin de semana acuda mucha gente”, dice César Silva.