Yasmín Mariche/Veracruz.- De fondo se alcanza a escuchar la penetrante voz de “Chente” Fernández, procede de un improvisado triciclo con bocina adaptada, junto una familia completa que dedica tiempo a atender la tumba de “su viejo”, como hacen cada tercer domingo del mes de junio.
Al padre se le extraña, pero también se le recuerda con música y flores, decenas de familias arribaron hasta el panteón municipal de Veracruz para dedicarle algunas palabras y asearle la tumba a su padre, el “jefe de familia”.
Llevaron flores, algunas bebidas para recuperarse de las altas temperaturas y dejaron limpiecitos las tumbas, hubo quien hasta globos llevó para recordar a su difuntito.
Las caricias ya no llegan al pecho de su padre, pero hay quienes se aferran a la lápida con el cariño y devoción que tuvieron en vida para su padre o abuelo. Aunque también hay quienes eligen recordar los momentos alegres, las mejores anécdotas junto al hombre que encabezaba la familia.
Otras familias optan por un festejo más solemne y discreto, eligen no escuchar más que el sonido del viento. Para muchos es el momento de reflexionar o de platicar con el hombre que les dio la vida.
Mientras tanto en el último lote el panteón municipal de Veracruz, se encuentra la fosa común, son algunos tramos de pasto en los que hombres, mujeres y niños en los que fueron depositados los restos áridos, muy pocos se paran por ahí.
También los padres olvidados recibieron flores y una plegaria para el eterno descanso de sus almas, ya que en su momento, sus familiares no llegaron a tiempo para solicitar la entrega del cuerpo, otros no fueron identificados y unos más ni siquiera fueron a pararse por ahí.
Delta Estela Tiburcio Hernández, Regidora Décima del municipio de Veracruz acudió al panteón municipal para depositar en la fosa común una ofrenda floral en memoria de todos aquellos padres que por diversas razones yacen ahí.
Integrantes de la regiduría y la edil con la comisión de Panteones depositaron una corona de flores blancas, de manera respetuosa guardaron cinco minutos de silencio por aquellos padres que no son recordados por su familia y finalizaron con una oración.