Desde temprana hora de ayer viernes, altos mandos de la dependencia de vialidad, bajo las órdenes de Roberto López Santoyo, arribaron a las delegaciones de Veracruz y Boca del Río para platicar brevemente con peritos, oficiales de guardia, responsables de turno y elementos por tierra para confirmarles lo que horas antes ya sabían.
A bordo de camiones de la Semar, infantes de Marina tomaron control de la situación y con apoyo de policías estatales llevaron al personal desconcertado a la ciudad de Xalapa, donde serían recibidos por el mando único de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Los primeros reportes apuntan que todos y cada uno de los uniformados de vialidad serían sometidos a rigurosas pruebas de confiabilidad y profesionalismo, bajo la condición de separar del puesto a todo aquél que no cubra los requisitos mínimos que marca la actual normatividad.
Se informó que lo mismo ocurrió en las diferentes delegaciones del estado donde oficiales de la Policía Vial y de la Policía estatal, además de los nuevos reclutas de Tránsito estatal, tomaron control del sistema operativo.
En el Puerto de Veracruz y el municipio de Boca del Río se pudo observar poco movimiento en las oficinas delegacionales.
Incluso, los reportes de accidentes automovilísticos no fueron cubiertos en gran parte del día, dejando sin cabeza operativa la oficina de peritos.
En tanto, la Secretaría de Seguridad Publica, a través de su cuenta de Twitter, declaró que los elementos de Tránsito fueron concentrados para ser preparados, capacitados y depurados, para alcanzar los estándares que Veracruz requiere.
Se espera que en las próximas horas el Gobierno del Estado o la dependencia de seguridad vial dé alguna declaración al respecto y se sepa el destino de los cientos de elementos que permanecen en la capital de la entidad.