JOSÉ JUAN GARCÍA/AVC
VERACRUZ
Familiares y amigos de César Augusto Fernández Ramón lanzaron una campaña en www.change.org con la finalidad de exigir justicia para los trabajadores de la compañía DEMAR Instaladora y Controladora Outsourcing Hasen del Golfo que fallecieron por COVID-19.
La campaña está dirigida a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y a la Organización de las Naciones Unidas para que intervengan en el caso.
En la petición se detalla las presuntas omisiones en las cuales incurrió la compañía para atender la solicitud de Fernández Ramón para ser atendido tras presentar los síntomas del COVID-19, pero el médico de la empresa le informó que solo se trataba de un resfriado.
“Todo inició el 30 de mayo, cuando su compañero de cuarto, Sergio Hugo Espinoza, cayó en cama con síntomas de COVID-19 y le fue diagnosticado ‘resfriado’, tres días después César Augusto se contagió de la enfermedad y estuvo aislado en su habitación; Sergio Hugo fue bajado de plataforma el día 8 de junio pues ya escupía sangre, teniendo César Augusto que esperar dos días más para ser hospitalizado, aunque a este lo trasladaron en barco junto a 60 personas más, en un trayecto de 5 horas, pues le dijeron que no se veía en mal estado.”
César Augusto fue hospitalizado en la clínica del IMSS de Ciudad del Carmen, donde falleció el 13 de junio. A partir de ahí, Andrea Esquivel Montero ha sufrido un calvario con la compañía DEMAR, ya que ésta se niega a entregarle los registros clínicos de César Augusto para poder cobrar el seguro de vida, situación que también enfrentan otras viudas de trabajadores veracruzanos que fallecieron por el COVID-19.
Fue por ese motivo que se lanzó la campaña en www.change.org con la finalidad de que se haga justicia a los familiares de los trabajadores de esa empresa fallecidos por el COVID-19.
Cabe mencionar que la petición llevaba casi las tres mil firmas hasta la tarde del miércoles.