En el centro de Coatzacoalcos.
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Coatzacoalcos
Vendedores ambulantes y empresas del primer cuadro de la ciudad prácticamente retaron al gobierno de Coatzacoalcos así como a la Federación, pues se negaron a cerrar como medida preventiva ante la pandemia de coronavirus.
Incluso, el comercio informal opuso resistencia a un intento de desalojo con uso de la fuerza pública durante la madrugada del lunes, según confirmaron los afectados.
Los ambulantes dijeron a las autoridades locales que no se retirarán de la vía pública hasta que les entreguen apoyos para sobrevivir, pues recordaron que sus ventas apenas logran el sustento diario.
A pesar del operativo, los vendedores se mantuvieron en las banquetas de las avenidas Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Hilario Rodríguez Malpica, José María Morelos y Corregidora.
El ayuntamiento les ofreció apoyos para algunos de ellos, pero no hubo acuerdo y los puestos no fueron levantados.
Tampoco se logró que los locales de los mercados de la ciudad cerraran a las tres de la tarde.
Aunado a lo anterior, las sucursales de empresas del millonario Ricardo Salinas Pliego permanecieron abiertas lo mismo que zapaterías, negocios de bisutería y cualquier cantidad de establecimientos comerciales.
El gobierno municipal poco y nada pudo hacer para cerrar los comercios tal y como se anunció mediante un comunicado emitido durante el fin de semana.
De las medidas contempladas únicamente se pudo colocar un filtro en el acceso a la ciudad por el puente Calzadas.