Cuando el evento había concluido, el munícipe bajó del estrado, acompañado del gobernador Javier Duarte de Ochoa y varias personalidades de la política que se dieron cita el día de ayer en la Plaza de la República.
En ese momento, el mandatario estatal fue abordado por los medios de comunicación que lo esperaban para la entrevista “de cajón”, mientras Ramón Poo esperaba.
Fue entonces cuando entre empujones el grupo de señoras trató de llegar hasta donde estaba el Presidente municipal, quien no tenía idea de lo que estaba por suceder.
Un elemento de seguridad, que en ese momento se encontraba a unos cuantos metros del Alcalde, impidió que las mujeres pudieran avanzar más.
“¡Alcalde, alcalde, no nos dejan pasar!”, gritaron ellas, mientras el custodio hacía como que “la virgen le hablaba”, tratando de no dar valor a los señalamientos en su contra.
Cuando Poo Gil escuchó el llamando pidió al guardia que las dejara pasar, no sin antes acercarse a ellas unos cuantos pasos al frente.
Y es que mientras el Gobernador continuaba con su entrevista, el Alcalde se dejaba apapachar por las féminas que además del abrazo aprovecharon para tomarse la foto del recuerdo.
Una de ellas levantó un objeto color café, barnizado, tallado en madera y con la forma del escudo nacional sobre una base, con una figura en forma de castillo en un costado y una pipa en el otro.
El producto artesanal de no más de 30 centímetros de altura tenía letras talladas en madera que decían “Lic. Ramón Poo”.
El munícipe lo recibió gustoso y con una sonrisa en el rostro, para después recargarlo en su antebrazo derecho mientras era fotografiado con el grupo de señoras.
Tras recibir “el reconocimiento” se despidió argumentando que la camioneta del Gobernador lo dejaba, aunque ello no fue posible debido a que la unidad se había estacionado metros más adelante.