Rodrigo Barranco. Veracruz, Ver. La agencia más antigua de la Ford, en la ciudad de Veracruz y la de la Lincoln, en Boca del Río, cerrarán sus puertas debido a que el dueño de la compañía perdió la concesión de la marca estadounidense.
Cerca de 200 empleados temen que no les paguen sus liquidaciones pues hasta el momento no les han informado nada sobre su futuro, solo les prohibieron ya emitir facturas.
Ambas compañías eran consideradas como pioneras en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río y tenían un promedio de ventas de dos a uno respecto a la competencia.
Trabajadores que prefirieron el anonimato, explicaron que no se trataba de un problema económico pues las ventas no habían mermado, también rechazaron que sea parte del efecto llamado Donald Trump.
Detallaron que desde hace dos años ya se rumoraba que el dueño, de quien no dieron más pormenores, ya tenía problemas con la marca debido a que incumplía con algunos requisitos para mantener la concesión.
Es por eso que ayer les avisaron que ya no debían emitir nuevas facturas ni realizar más ventas, lo que provocó que un grupo de empleados sindicalizados acudiera a plantarse anoche para saber si les iban a liquidar.
Los afectados claman por una aclaración de la gerencia pues hasta ahora solo saben rumores pues la empresa no ha querido darles la cara para explicarles.
Esto les hace pensar que el plan de la Ford La Fragua y la Lincoln, es cerrar de manera sorpresiva para no pagar las liquidaciones al personal que lleva hasta 20 años trabajando.